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De la crisis al éxito, revolución a la mexicana

Mal y de malas, el fútbol mexicano a nivel selección varonil mayor es víctima, una vez más, de sus propias decisiones.

De la crisis al éxito, revolución a la mexicana
Foto: El Heraldo de México

Mal y de malas, el fútbol mexicano a nivel selección varonil mayor  es víctima, una vez más, de sus propias decisiones.

La selección nacional de fútbol atraviesa uno de sus peores momentos en la historia reciente. El rendimiento en torneos regionales e internacionales ha disminuido notablemente, y los partidos amistosos tampoco muestran señales de mejora, algo por demás preocupante, considerando la cercanía del siguiente mundial.

Este declive se agrava con la reciente destitución del director técnico, @jaime_lozano_ una decisión que, a pesar de que se descartaba por su inverosimilitud, terminó confirmándose y sólo refleja la falta de continuidad y respeto por los procesos establecidos.

En contraste, veamos a España y su sistema en este deporte, que se erige como un modelo de éxito en el fútbol mundial, con su selección masculina coronándose campeona de la Copa Europea y la femenina alcanzando la cima al ganar el mundial.

La comparación es inevitable y revela una serie de deficiencias estructurales que nuestra federación debe abordar urgentemente si quiere tener “algo” que vender en el corto y mediano plazo.

En primer lugar, la falta de competencia interna es un problema crítico. La ausencia de un sistema robusto de ascenso y descenso ha creado una liga estancada, donde el incentivo para mejorar continuamente es limitado.

En España, la existencia de múltiples divisiones competitivas asegura que solo los equipos más fuertes y consistentes permanezcan en la primera división, lo que fomenta un alto nivel de competencia y desarrollo.

La Federación Mexicana de Fútbol tiene el reto de implementar un sistema de ascenso y descenso efectivo, que no solo revitalice la liga doméstica sino que también promueva el desarrollo de talentos a nivel local.

Además, la poca exportación de jugadores al extranjero es una limitación significativa para el crecimiento del fútbol nacional. En contraste, España ha visto a muchos de sus jugadores desarrollarse en ligas extranjeras, adquiriendo experiencia y habilidades que luego aportan a la selección nacional.

Nuestra federación debe establecer programas y acuerdos con ligas europeas y de otros continentes para facilitar la transferencia de jugadores jóvenes con potencial. Esto no solo mejorará las habilidades individuales, sino que también proporcionará una valiosa experiencia internacional que es esencial en competencias globales.

El éxito de España no es casualidad, sino el resultado de una planificación estratégica a largo plazo. La Real Federación Española de Fútbol ha invertido en infraestructura, formación de entrenadores y desarrollo de talentos desde las categorías inferiores. La creación de centros de formación de élite y academias juveniles ha sido clave para el surgimiento de jugadores de clase mundial.

¿Por qué no tomar ejemplo e invertir en academias juveniles, asegurando que los jóvenes talentos reciban la mejor formación posible desde temprana edad?

La reciente destitución del director técnico de la selección nacional es un claro indicio de la falta de continuidad en los proyectos deportivos. En España, los procesos se respetan y los entrenadores son respaldados a largo plazo, lo que permite la implementación de una visión y estrategia coherente.

Finalmente, la federación debe enfocarse en la profesionalización de la gestión deportiva. La transparencia, la toma de decisiones basadas en datos y la implementación de mejores prácticas internacionales son esenciales para elevar el nivel del fútbol nacional.

La creación de un comité técnico independiente que supervise y asesore en la toma de decisiones puede ser un paso importante hacia una gestión más eficiente y efectiva.

Recapitulemos: para revitalizar nuestro fútbol nacional es imperativo aprender de modelos exitosos, el modelo español por ejemplo. La implementación de un sistema de ascenso y descenso, la exportación de jugadores, la inversión en infraestructura y academias juveniles, el respeto a los procesos establecidos y la profesionalización de la gestión deportiva son medidas esenciales.

Solo así podremos aspirar a alcanzar el nivel de éxito que hoy parece estar a años luz de nuestra realidad y que tanto deseamos los apasionados de este deporte. Echarse la bolita de las fallas y errores en el fútbol, como se ha evidenciado con el comunicado de la Federación Mexicana de Fútbol @FMF, solo empobrece más a nuestra selección.

Por: Diego ‘SAGO’

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