En días recientes tuve el gusto de participar en el Foro sobre la Reforma Judicial en el histórico Teatro de la República en Querétaro donde se debatió y aprobó la Constitución de 1917.
Junto a la ministra Lenia Batres, y a mis compañeros senadores Gilberto Herrera Ruiz y Rocío Abreu Artiñano, y los diputados Beatríz Robles Gutiérrez; Sinuhe Piedragil, el diputado electo Luis Humberto Fernández Fuentes, y la presidenta estatal de Morena Rufina Benites, reflexionamos sobre la trascendencia de la Reforma Judicial.
Considero que el estancamiento del Poder Judicial nos afecta a todos diariamente, y que con la Reforma Judicial buscamos una institución más cercana, que garantice verdaderamente la seguridad del pueblo.
Sabemos que detrás del rechazo de jueces, magistrados y ministros a la reforma al poder judicial está la molestia por perder sus exorbitantes privilegios económicos, pero no lograrán frenarla, ya que el pueblo de México votó en las urnas por una propuesta que lleva a acabar con la corrupción entre los juzgadores y lograr que la justicia sea pronta y expedita.
No han entendido cuál fue el mandato del pueblo, el pasado 2 de junio, incluso los abogados saben que se requiere de un cambio a fondo porque se trata de un poder judicial absolutamente corrupto.
Además los cambios al Consejo de la Judicatura son necesarios, pues actualmente no se castiga a jueces, magistrados y ministros que incurren en malas prácticas.
El proceso de transformación que se está dando en el país tiene que tocar a todas las instituciones públicas; así fue votado por 30 millones de mexicanos en el 2018, y refrendado con 36 millones de votos en este 2024. Quienes están al frente de la Corte, no entendieron este resultado, y no son la excepción.
Hace 2 años el Presidente López Obrador dijo que la reforma tendría que salir del propio poder judicial, pero no lo escucharon, y ahora que hay un planteamiento de reforma, -que ya está en el legislativo- la presidenta de la Corte, Norma Piña, pide reunirse con el Presidente, pero ya no son los tiempos; éstos ya están en el poder legislativo, no el el ejecutivo.
La ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no tuvo interés, en su momento, de hacer una propuesta junto con el poder ejecutivo y legislativo para una reforma al poder judicial.
De ser así, estoy seguro que el Presidente habría aceptado una reunión, pero prefirieron esperar los resultados del proceso electoral. El Presidente rechazó que sea necesario un encuentro con la titular de la SCJN, Norma Piña para dialogar sobre la reforma al Poder Judicial , en cambio consideró que hay varias preguntas que la ministra podría responder, por ejemplo, por qué continúan ganando más que el Presidente.
Por nuestra parte, continuaremos recorriendo el país para escuchar y atender el mandato popular.
POR CÉSAR CRAVIOTO ROMERO
SENADOR DE LA REPÚBLICA POR LA CIUDAD DE MÉXICO
EEZ