“Hoy soy todo, mañana ya no existo.”
Miguel Ángel Rojas Hernández
Los músicos no callaron. Dos personas fallecieron por culpa y negligencia de los organizadores del evento. Incumplieron con el programa de Protección Civil y, en el colmo del cinismo, sacaron a los fallecidos como si aún continuaran con vida y permitieron que continuara el show.
Que nadie diga que no sabían, pues las estructuras mortales fueron colocadas después de la revisión de las diversas instancias de gobierno en la materia. Premeditación, alevosía y ventaja. El haber montado dichas estructuras después de la revisión gubernamental nos indica que sabían el grado de peligrosidad; desprecio hacia la normatividad y la protección de las personas.
Podemos entrar en la discusión de quién es culpable y quién es responsable. Sin duda alguna son culpables quienes montaron dichas estructuras, al igual que el encargado de la agencia civil privado que debía estar en el evento certificando que todo estuviera en orden.
La responsabilidad recae también en las autoridades hasta el momento en que hicieron la evaluación de protección y ahora en la investigación para deslindar responsabilidades. La burla resultó mortal. Indolencia de los organizadores así como desprecio por la seguridad de quienes acudieron al evento.
Ahora, el que las autoridades federal, local y municipal se pierdan en la discusión relativa a ponerse de acuerdo al respecto de sobre quién recae la mayor responsabilidad hace recordar que en el 2023 también falleció un fotógrafo (Alberto Clavijo) en un evento musical. En ese caso, por una plataforma falsa que no tenía ningún aviso de que era peligrosa.
La tragedia en AXE Ceremonia 2025 se dio con el derrumbe de una grúa que mató a dos fotógrafos que cubrían el evento. En términos prácticos, Berenice Giles y Miguel Hernández no sufrieron un accidente. Se trató de un asesinato ya que se alteró lo aprobado por la autoridad y porque utilizaron estructuras que NO fueron aprobadas por la autoridad competente.
El Parque Centenario es zona federal y quienes autorizaron su uso para el festival son responsables pero no culpables de lo que sucedió ahí. Lo mismo por cuanto a las autoridades de la CDMX y de la alcaldía que operan bajo los permisos concedidos por protección civil.
La pregunta es: si se sabe quiénes son los organizadores, si se sabe que alteraron las condiciones aprobadas, si se manipularon los cuerpos de las víctimas, ¿por qué aún no se les ha citado a comparecer ante el Ministerio Público?
Es momento de dar un golpe de timón. No permitir que la impunidad exista cuando se trata de los amigos de las distintas autoridades.
Ya habrán otros festivales; posiblemente las autoridades volverán a dar permisos. Esperemos que sea cuando cumplan con los requerimientos de Protección Civil y los organizadores se adhieran a los mismos.
POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
COLABORADORA
EEZ