Comando y Control

Brics en plena adolescencia

Hasta ahora, las reuniones de los Brics han sido poco más que foros de expresión de intenciones que buscan articular ideales de contrapeso hacia las frustraciones con occidente

Brics en plena adolescencia
Íñigo Guevara Moyano / Comando y Control / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Hace 15 años que Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica formaron un bloque de naciones que busca un modelo económico internacional alternativo al de occidente. El bloque fue bautizado Brics por su acrónimo (irónicamente) que en inglés se refiere a ladrillos para la construcción.  

Este año se sumaron Emiratos Árabes Unidos (EAU), Egipto, Etiopía e Irán. De los otros invitados, Argentina canceló dado que su nuevo gobierno busca alinearse con Estados Unidos y la OTAN, mientras que Arabia Saudita, que supuestamente aceptó, no se ha adherido formalmente.  

Hasta ahora, las reuniones de los Brics han sido poco más que foros de expresión de intenciones que buscan articular ideales de contrapeso hacia las frustraciones con occidente. No han logrado más que generar retórica y una plétora de iniciativas que van desde la supuesta creación de un sistema interbancario de pagos que reemplace al SWIFT, hasta el establecimiento de un banco central o la creación de una moneda digital común que supuestamente reemplazará al dólar.  

Las iniciativas económicas son tan ambiciosas que requieren de una alineación política para implementarlas. La semana pasada, Vladímir Putin, quien lleva la presidencia pro tempore para 2024, recibió a delegaciones representantes de los parlamentos Brics en San Petersburgo, donde planteó la idea de crear un Parlamento Brics, que sería una ambiciosa evolución hacia el plano político.  

Esta idea presenta múltiples retos. A primera vista, Brics es un ensamble de economías, la China dominante, algunas relativamente grandes como la India, Brasil y Rusia y el resto, emergentes o bien naciones con una importancia histórica relevante pero poca capacidad actual.  Probablemente, es el bloque más ecléctico en la historia.  

Si bien la reunión oficial de los Brics está planeada para llevarse a cabo en octubre, la cita en San Petersburgo, la “capital Europea de la Rusia Zarista”, es una acción de comunicación estratégica del Kremlin que busca propagar la idea que Rusia no está aislada, es capaz de estructurar un sistema internacional en el que es relevante y le sirve de contrapeso mediático al 75 aniversario de la OTAN, celebrado en Washington la misma semana.    

Cabe aclarar que, a diferencia de la OTAN, Brics no es una alianza político-militar, amén de que sus divisiones internas son demasiado grandes. Por ejemplo, China y la India son archienemigos, han peleado varias guerras y tienen una frontera caliente.  La India de hecho, forma parte de una “alianza en formación” conocida como el “Cuadrilátero de Seguridad”, que incluye a Japón, Australia y Estados Unidos, para hacerle frente a China.  Ambos compiten con Rusia, Turquía, Irán e Israel por ampliar su influencia en Asia Central.  

Tanto para los EAU como para Arabia Saudita, cuya membresía es nebulosa, Irán y su revolución islámica son su principal enemigo. Brasil está ocupado en reconstruir la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), otro bloque adolescente que pasó de 12 miembros en 2010, a 5 en 2024.

La mayoría de los países grandes del Brics están renuentes a aceptar la preponderancia de China, mientras que el resto tienen muy poco que aportar.  

Aunque Putin está claramente añorando un cambio en la Casa Blanca, con la idea de que la salida de Biden fortalecerá a los aislacionistas estadounidenses y debilitará a la OTAN, no parece estar tan seguro, por lo que continúa con un plan paralelo para intentar crear un sistema internacional alterno, o por lo menos replantear la idea de que es posible.

POR IÑIGO GUEVARA
DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA JANES Y ACADÉMICO VISITANTE DEL ATLANTIC COUNCIL, EN WASHINGTON, D.C.

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