En dos frentes se debate el país en la cuenta regresiva a las elecciones de este 2 de junio. Por un lado, la oposición ha alertado en más de una ocasión respecto a que la delincuencia organizada haya metido mano en estos comicios, y un indicio es que día a día demuestra que puede quitar y poner candidatos con lo que el clima electoral se ha, más que enrarecido, descompuesto.
Ante este río revuelto, pareciera que el oficialismo es el único que saca ganancia, a pesar de que varios de sus aspirantes han sufrido las consecuencias de tal hecho. Una muestra de ello radica en que el líder nacional de Morena, Mario Martín Delgado, se ufana de que el día de la jornada electoral Morena y sus aliados tienen asegurados representantes en las más de 170 mil casillas que se instalarán ese día.
Resulta inexplicable —por decirlo de algún modo— que en la coalición Fuerza y Corazón por México, que conforman PRI-PAN y PRD, se hayan encontrado con varios obstáculos en este camino porque ¿será casualidad que como lo informó el líder nacional del tricolor, Alejandro Moreno, los representantes de casilla de esta coalición han recibido amenazas del crimen organizado?
La anterior situación, casualmente, se ha presentado especialmente en estados que gobierna Morena, partido que asegura que tiene ya representación en 99.9 por ciento de las casillas que habrá a lo largo y ancho del país.
No obstante, el exgobernador de Campeche señaló que, en tiempo y forma, la coalición opositora tendrá representantes cuya misión es vigilar el buen desarrollo de los comicios en buena parte del país y subraya que lo que más se ha “cuidado con lupa es que ningún representante de ningún partido político tenga ninguna vinculación con ellos, con el gobierno”.
Sin embargo, no deja de llamar la atención que a días de los comicios más importantes y trascendentales que vivirá México, donde desde Palacio Nacional se asegura que la gente está feliz, con todo y los alrededor de 187 mil homicidios que se han registrado, no se sabe de qué forma el oficialismo ha logrado sortear el enrarecido clima con el que la delincuencia organizada ha aderezado esta jornada electoral.
La felicidad solo se ve de un lado, porque del otro hasta la Iglesia Católica ha tenido una importante intervención en víspera de las elecciones del 2 de junio.
Además de haber denunciado en reiteradas ocasiones la violencia generada por la delincuencia organizada y convocar a la paz y a la unidad, Ramón Castro y Castro, obispo de la Diócesis de Cuernavaca, hizo un llamado a que “por amor a Dios, por amor a México”, la Iglesia Católica invita a toda la ciudadanía a votar para poder esperar un buen resultado, e incluso, ha distribuido una Oración por las Elecciones.
POR ADRIANA MORENO CORDERO
COLABORADORA
EEZ