La calidad de la democracia y la gobernanza en México "ha ido disminuyendo", escribió el exembajador Earl Anthony Wayne, en un artículo en el que advirtió que si los mexicanos son quienes más tienen en juego en las próximas elecciones del 2 de junio, les sigue EU.
Washington, precisó, "ha invertido mucho en los vínculos entre Estados Unidos y México, incluso mediante un importante acuerdo comercial y una inversión masiva por parte de empresas estadounidenses".
El texto de Wayne, embajador en México de 2011 a 2015, fue publicado por el diario electrónico The Hill, de muy amplia circulación en el Congreso estadounidense.
En su opinión, los problemas de democracia y gobernanza, inclusive violencia, "podrían socavar gravemente la calidad de la asociación de Estados Unidos con México".
Recordó que una gran parte de los comentaristas y organizaciones mexicanas e internacionales han expresado preocupación sobre "violaciones de derechos humanos y libertades civiles, ataques a individuos y organizaciones no gubernamentales que critican al gobierno, junto con la violencia contra periodistas y activistas".
Apuntó, sin embargo, que "todos debemos prestar más atención a los resultados de las elecciones del 2 de junio en México y sus secuelas", toda vez que en su opinión "si la candidata preferida del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y su partido obtienen una gran mayoría (con 2/3 del Congreso), por ejemplo, es posible que veamos un esfuerzo para enmendar la constitución de México de manera que los analistas advierten que debilitarían aún más sus tribunales y normas de la ley, sus autoridades electorales y otros organismos reguladores independientes, concentrando más poder en el Ejecutivo".
Con todo, puntualizó que Washington y nuestro país "están profundamente entrelazados" y que su nación "necesita un socio mexicano fuerte y democrático para fortalecer su propia prosperidad y seguridad, así como México necesita una buena asociación con Estados Unidos".
Según Wayne, "ambos países necesitan entender las tendencias que dan forma a los resultados electorales al otro lado de la frontera y deben comprometerse mutuamente para forjar una asociación lo más constructiva posible. Eso traerá los mejores resultados para los mexicanos y los estadounidenses".
La visión de Wayne no es única ciertamente. De hecho, recordó que el país ocupa el tercer lugar en criminalidad a nivel mundial –y los riesgos de violencia en la actual campaña electoral–; The Economist Intelligence Unit colocó a México en el sitio 90 entre 167 países y lo define como "democracia híbrida", por debajo incluso de "defectuosa"; Freedom House considera a la nación como "parcialmente libre" y el Banco Mundial ha reducido la calificación de México en gobernanza.
Pero a fin de cuentas, Wayne coincide con una inmensa mayoría de los expertos: los dos países se necesitan y deben encontrar formas de entenderse.
POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
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