La reciente aprobación por casi unanimidad en el Congreso de los Estados Unidos de la ley Protecting Americans from Foreign Adversary Controlled Applications Act ha generado un intenso debate sobre el papel de TikTok en el país. Sin embargo, más allá de las preocupaciones sobre la influencia extranjera, es crucial analizar el trasfondo del funcionamiento de las redes sociales, independientemente de su país de origen.
DESMITIFICANDO A TIKTOK
TikTok es una empresa radicada en Estados Unidos (EU) y Singapur, mayoritariamente controlada por inversores no relacionados con China. Su junta directiva incluye a ciudadanos estadounidenses, almacena datos en servidores propiedad de empresas de EU y está sujeta a la legislación de ese país.
EL DOBLE RASERO EN LA INFLUENCIA GUBERNAMENTAL
Si bien se plantea la posibilidad de influencia del gobierno chino en TikTok, es esencial reconocer que otros países, incluido Estados Unidos, también ejercen influencia a través de redes sociales. La necesidad de proteger la privacidad de los ciudadanos estadounidenses se extiende más allá de las preocupaciones sobre TikTok y abarca a toda la industria de las redes sociales.
DESPROTECCIÓN DE LA PRIVACIDAD
El enfoque debería ser proteger a los ciudadanos de la constante apropiación y venta de sus datos personales por parte de empresas de redes sociales. Promulgar leyes que aborden esta desprotección beneficiaría a los ciudadanos y confrontaría a las compañías que perpetúan esta situación, incluyendo a empresas estadounidenses como Meta y Google.
RESISTENCIA Y LUCHAS DE PODER
Se prevé que tanto TikTok como el gobierno chino se resistirán a la ley, lo que desencadenará un prolongado proceso legal. Además, la postura cambiante de figuras políticas, como el caso de Donald Trump, añade complejidad al panorama futuro de TikTok en Estados Unidos.
LA VERDADERA PRIORIDAD
En lugar de centrarse exclusivamente en TikTok, el enfoque debe ser desmontar un sistema que vulnera la privacidad de los ciudadanos, implicando la confrontación con poderosos lobbies y la reevaluación del papel del gobierno en el acceso a datos personales. Proteger al ciudadano va más allá de prohibir una red social, implica enfrentar una compleja red de intereses que incluye al propio gobierno.
En resumen, el dilema de Estados Unidos con TikTok es un problema mucho más amplio que abarca la privacidad de los ciudadanos frente a la voracidad de la industria de las redes sociales y los intereses gubernamentales. La solución no radica en prohibiciones simplistas, sino en abordar las complejas dinámicas que subyacen a este desafío.
POR ARMANDO KASSIAN
@ARKASMI
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