Ceci Flores tiene muchos años en una batalla digna y admirable: desde 2015 busca a sus dos hijos desaparecidos.
En su camino, la “madre huérfana” como la conocen sus compañeras de lucha, ha encontrado con sus manos y con su pala, a más de mil 500 personas en fosas clandestinas y sigue buscando. De ese tamaño es el drama de los desaparecidos y de las fosas; el país se ha convertido en un enorme cementerio. De ese tamaño tendría que ser la indignación colectiva. A todos nos tendría que doler ese horror, sobre todo a los gobiernos que han fallado.
Esa pala con la que ha excavado y rescatado cientos de cuerpos, es la que el lunes y ayer ha querido entregar al presidente López Obrador. Son dos intentos fallidos. Y hoy volverá. Nadie le ha abierto la puerta de Palacio Nacional, pero no se cansa. Está acostumbrada a ir contra la corriente.
“Voy a regresar hasta que me reciba, recibió a la madre buscadora de Argentina, pero no a la de México… hasta que me reciba”, me dijo la tarde del lunes en la radio.
“Yo le fui a entregar una pala para que haga su trabajo, él lo prometió, buscar a los desaparecidos, pero ya casi se va y no ha hecho nada”, aseguró.
Ayer volvimos a platicar. Esta vez fue a Palacio vestida de beisbolista.
“Ayer (lunes) no tuve resultados como madre buscadora, y ya me di cuenta que el presidente a las madres buscadoras no nos atiende, pero atiende beisbolistas. Entonces el día de hoy (ayer), vengo vestida de beisbolista para ver si así tengo resultados y él me pueda atender y poder recibir esta pala, que yo se la quiero entregar personalmente. No se la voy a dejar en ningún lugar. Si no se la entrego a él, no se la voy a entregar a nadie.
“Esta pala le correspondía desde el principio al gobierno. Él (López Obrador) dijo que la prioridad serían los desaparecidos y las víctimas, que Palacio Nacional sería de puertas abiertas para todas las víctimas por igual, pero nunca fue así. No cumplió. Nos quedó a deber todas las promesas. No ha hecho nada por los desaparecidos. La búsqueda la hacemos nosotros. Las víctimas andamos hasta sin comer en el campo, haciendo el trabajo del gobierno.
“Nos sentimos traicionados por un gobierno apático, insensible y con mucha impunidad”, señaló.
“No me abrieron, no salió nadie, pido que el mandatario salga, nos debe 5 años de lucha que hemos tenido que hacer nosotras, muchas cosas han pasado. Desde 2021 estoy amenazada, vivo de un lugar a otro, en refugios que no tienen lo adecuado para mi familia.
“Él piensa que todo está bien, que estamos buscando protagonismo, pero no, tenemos problemas”, dijo Ceci.
Su lucha es legítima y digna. Ceci Flores no solo es ella, son miles de madres buscadoras más; es un drama que nos consume como país.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
@MLOPEZSANMARTIN
MAAZ
