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David contra Goliath

La amenaza de Donald Trump de imponer un arancel del 25% a las importaciones de México y Canadá es una clásica jugada de Goliath. Estados Unidos

David contra Goliath
Isabel Studer / Horizonte Global / Opinión El Heraldo de México Foto: Heraldo de México

La amenaza de Donald Trump de imponer un arancel del 25% a las importaciones de México y Canadá es una clásica jugada de Goliath. Estados Unidos, con su abrumador peso económico, intenta dividir a sus dos vecinos en una negociación que debería fortalecerse por su unidad. Canadá, al abrir la puerta a un tratado bilateral, confirma una cruda realidad: América del Norte nunca ha sido un bloque cohesionado, sino dos relaciones bilaterales, una entre Canadá y Estados Unidos, y otra entre México y su vecino del norte. En este contexto, México enfrenta un desafío monumental y debe replantear su estrategia para evitar caer en la trampa de la vinculación de temas como comercio, migración y seguridad.

La asimetría de poder entre los socios del TMEC es evidente. Mientras Estados Unidos es el destino del 80% de las exportaciones mexicanas, México representa solo el 15% del comercio total estadounidense. Esta desigualdad, sin embargo, no es uniforme. Canadá, con el 66% de sus exportaciones dirigidas a Estados Unidos, enfrenta una situación similar, pero sin la presión de temas como la migración o el tráfico de fentanilo. Aquí radica uno de los errores históricos de México: la falta de inversión en construir una relación estratégica con Canadá como aliado en sectores clave como el energético y el tecnológico. Esta desconexión ha impedido que ambos países actúen como un bloque ante la enorme fuerza de Goliath.

En este contexto, es urgente que México evite la trampa de negociar desde la vulnerabilidad que implica mezclar temas sensibles. La experiencia del TLCAN ofrece una lección crucial: durante su negociación, México resistió la inclusión de temas migratorios y energéticos, logrando enfocarse exclusivamente en el comercio. Esta estrategia de compartamentalización debe replicarse. En relaciones asimétricas, a Goliath le conviene vincular los temas para maximizar su ventaja; David, por el contrario, debe separarlos para nivelar el terreno.

El sector automotriz es un claro ejemplo del poder de México si se enfoca en la producción conjunta, en lugar de hablar únicamente de comercio. En la industria automotriz norteamericana, los componentes pueden cruzar las fronteras hasta siete veces antes de que un vehículo llegue al consumidor final. México debe subrayar que su papel en esta integración beneficia no solo a las empresas mexicanas, sino también a estados clave en Estados Unidos como Michigan, Ohio, California y Texas, cuya economía depende de estas cadenas de suministro. El impacto se sentiría en estados que dependen de las importaciones mexicanas para mantener empleos e ingresos fiscales, y México debe centrar su mensaje en estas repercusiones locales para construir aliados internos en Estados Unidos.

El Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, planteó recientemente que “en la mesa hay dos alternativas: fragmentarse con aranceles o construir juntos una región competitiva”. Para que esta visión sea viable, es fundamental que México movilice a líderes empresariales, legisladores y actores clave en Estados Unidos que entiendan la importancia de una Norteamérica integrada. No bastará con el tradicional cuarto de al lado con empresarios mexicanos; se necesita una campaña de comunicación directa y efectiva en estados clave.

La historia de David contra Goliath no se define por la fuerza, sino por la estrategia. México puede fortalecer su posición si desvincula temas, redefine su narrativa y cultiva alianzas estratégicas. Solo así podrá enfrentar esta amenaza y contribuir a construir una Norteamérica competitiva, resiliente y verdaderamente integrada en el escenario global.

POR ISABEL STUDER NOGUEZ

PRESIDENTA SOSTENIBILIDAD GLOBAL

@ISASTUDER

MAAZ

 

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