Columna invitada

¿El año de la expansión democrática?

En ningún año en la historia tantos votantes habían acudido a las urnas. En 2024 se registraron más de 70 elecciones nacionales a las que estuvieron convocados alrededor de 3 mil millones

¿El año de la expansión democrática?
Amalia Pulido / Colaboradora / Opinión El Heraldo de México Foto: Foto: Especial

En ningún año en la historia tantos votantes habían acudido a las urnas. En 2024 se registraron más de 70 elecciones nacionales a las que estuvieron convocados alrededor de 3 mil millones de votantes.

Este momento climático en la participación no es casual. Es producto de décadas de expansión democrática en la que cada vez más sistemas políticos optaron por dirimir la competencia por el poder político a través del sufragio. Parafraseando a Amartya Sen, el paradigma democrático se volvió un “valor universal”.

Por eso generó tanta expectativa el año que concluye. Para algunas personas, la oportunidad de tener a tantas personas ejerciendo sus derechos se antojaba como un escenario inmejorable para profundizar el arraigo y alcances de la democracia en el planeta. Otros eran menos optimistas y hacían evidentes los descensos registrados en los últimos años en índices que miden la calidad de la democracia y la integridad de los comicios.

Conviene cerrar este superciclo analizando las tendencias más destacadas.

Uno de los fenómenos más notorios fue la aparente vulnerabilidad de los gobiernos en el poder. En un contexto marcado por la incertidumbre económica; la inflación persistente y desencanto con las élites políticas, las personas votantes mostraron una clara disposición a castigar a los partidos en el poder. De las 73 elecciones que vivimos a nivel mundial, el 32% resultó en un cambio en el partido en el poder. Los comicios se refrendan como instrumento para premiar o castigar el desempeño de los gobiernos.

La polarización también jugó un papel central. Los debates sobre derechos civiles, inmigración y la preservación de valores tradicionales intensificaron las divisiones ideológicas, creando un terreno fértil para el ascenso continuo del populismo de extrema derecha. Este fenómeno, consolidado en Europa y replicado en América Latina, llevó al poder a figuras como Javier Milei en Argentina, quien se posicionó como un crítico feroz del status quo. Pero la resistencia al populismo también se manifestó en otros escenarios, con movilizaciones sociales que desafiaron las agendas más conservadoras y autoritarias.

En términos de inclusión, los resultados fueron mixtos. Aunque el promedio global de mujeres representantes en congresos disminuyó ligeramente, algunos países lograron avances notables. Naciones como Mongolia, Jordania y el Reino Unido incrementaron significativamente la participación femenina en sus parlamentos. Aunque empezamos el año con 6 mujeres mandatarias, cerramos el superciclo con siete.

No obstante, el 2024 también expuso la fragilidad de algunos sistemas electorales.  Aproximadamente el 15% de las elecciones registraron rechazo público a los resultados por parte de la oposición y en el 13% hubo boicots.

El papel de las redes sociales y la desinformación también fue crucial en este superciclo. Plataformas como Meta, YouTube, X y Tiktok se enfrentaron a operaciones de influencia coordinada que intentaron manipular la opinión pública a través de noticias falsas y contenido generado por inteligencia artificial. La reciente nulidad de la elección rumana es una advertencia de los riesgos de la desinformación.

Finalmente, la participación juvenil fue otro tema destacado en 2024. En países como India e Indonesia, las generaciones más jóvenes constituyeron un segmento crucial del electorado, promoviendo debates sobre cambio climático, tecnología y educación. Sin embargo, la desconexión entre juventud votante y liderazgos electos sigue siendo un problema sin resolver.

Este año nos deja valiosas lecciones sobre la importancia de construir instituciones más inclusivas, resilientes y responsables, capaces de responder a las demandas de sociedades cada vez más diversas. A medida que el mundo avanza hacia el futuro, el aprendizaje del 2024 deberá traducirse en acciones concretas que fortalezcan la democracia y promuevan un cambio positivo en las estructuras políticas globales.

POR AMALIA PULIDO

@pulido_amalia

Presidenta del Instituto Electoral del Edomex

MAAZ

 

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