Si alguien piensa que el pleito entre el diputado Ricardo Monreal y el senador Adán Augusto López es algo reciente, está equivocado.
La balcanización de Morena, particularmente en el Congreso de la Unión, comenzó hace un mes con la imposición de Rosario Piedra como presidenta de la CNDH.
En aquel entonces, el ala dura del partido guinda, liderada por Adán, insinuó que se trataba de una petición directa de Andrés Manuel.
Sin embargo, a varios legisladores cercanos a Monreal que no estaban de acuerdo con la ratificación, les impusieron la idea de que era lo que más "convenía al movimiento".
Esto implicó relegar a la otra candidata fuerte, Nashieli Ramírez, quien contaba con el respaldo de la presidenta Sheinbaum. La marginaron para congraciarse con AMLO.
Aunque ya han pasado más de 30 días desde entonces, el tema sigue generando tensiones entre las distintas corrientes de Morena, especialmente ahora que se debatió el presupuesto.
Adán acusó a Monreal de reducir la partida presupuestal para el Senado y llegó a insinuar que, incluso, realizó negocios turbios durante su presidencia en la Cámara alta. El escándalo alcanzó tal magnitud que fue necesaria la intervención de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez.
En un encuentro que sostuvo con ambos el pasado lunes, Rodríguez les llamó la atención, recordándoles que la ropa sucia se lava en casa.
No era para menos. Desde Palacio Nacional calificaron el conflicto entre los legisladores como decepcionante y exagerado. Incluso, una alta funcionaria federal afirmó que el gobierno no está para esa clase de “desfiguros”.
Para el gobierno de Sheinbaum, hay demasiado en juego para el partido y el movimiento, más allá de los intereses políticos de dos personajes que tienen una encomienda que cumplir como líderes en el Congreso. Su objetivo al colocarlos en esas posiciones no fue que continuaran en campaña ni que velaran por intereses personales.
Ese fue un primer llamado de atención. Por ahora, según me comentó una funcionaria de primer nivel, ambos permanecerán en sus cargos, ya que la presidenta es muy respetuosa de las decisiones del partido. Sin embargo, no permitirá que intereses individuales profundicen la división dentro del gobierno, el Congreso y el movimiento.
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MIENTRAS EL DIPUTADO RICARDO MONREAL y el senador Adán Augusto López disputan el control político y económico del Congreso, su compañero de partido, Gerardo Fernández Noroña, sigue firme en sus aspiraciones de llegar a Palacio Nacional.
Como corcholata presidencial y ahora con la investidura de senador, Noroña no pierde el ritmo: todos los fines de semana visita uno o dos estados. Se reúne con militantes y dirigentes afines para informarles sobre los avances legislativos y las reformas recientes. Sin embargo, su verdadero objetivo parece ser fortalecer la estructura que le permitirá buscar nuevamente la presidencia en 2030. Hay quienes afirman que busca emular los pasos de "ya sabes quién".
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EL GOBIERNO FEDERAL está resuelto a no dejar morir solo al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha. Su futuro, sin embargo, dependerá en gran medida del resultado que logre en materia de seguridad. Para eso cuenta ya con el respaldo del gabinete de seguridad, encabezado por Omar García Harfuch, quien tiene la misión de contribuir a la pacificación del estado a corto y mediano plazo.
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LA DESIGNACIÓN de Rutilio Escandón como cónsul de México en Miami generó molestia en algunos sectores de Morena, por el mal trabajo que hizo como gobernador de Chiapas. Sin embargo, se mantendrá en el cargo por las estrechas relaciones personales y amistad que tiene con algunos integrantes del movimiento, como con Adán Augusto.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: "Para Monreal y Adán Augusto, el Congreso es más un ring que un foro legislativo."
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@ALFREDOLEZ
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