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2024 año de Sequía Extrema

De esta manera, la actualización para mediados de año del Informe Electricity 2024 publicado por la AIE en enero, pronostica para 2024-2025 un aumento del 4% del consumo mundial de electricidad

2024 año de Sequía Extrema
Manuel Rodríguez González / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Hacia finales de 2024, recuperemos en nuestra memoria los récords de las olas de calor que azotaron al planeta a mediados de año, provocando estrés en los sistemas energéticos; teniendo como consecuencia, a pesar de la crisis energética mundial, un crecimiento sostenido de la demanda de electricidad en el primer trimestre del año; debido principalmente, de acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía (IEA), a una sólida actividad económica en varias regiones, el proceso continuo de electrificación y por supuesto a las intensas olas de calor.

De esta manera, la actualización para mediados de año del Informe Electricity 2024 publicado por la AIE en enero, pronostica para 2024-2025 un aumento del 4% del consumo mundial de electricidad, este aumento del uso mundial de electricidad es mayor que el 3.2% que registra el crecimiento mundial del PIB; la demanda estará impulsada principalmente por China, India y Estados Unidos.

Regresando al tema de las olas de calor que registraron récords históricos durante el presente año, en el citado documento de la AIE se señala que, en el lapso de enero a mayo, la temperatura de la superficie mundial registró 1.32 0C, la temperatura más cálida jamás registrada y por encima del promedio del período 1901-2000, pero ahí no paró la escalada, en abril se registró un nuevo máximo.

Estos nuevos parámetros de calor impulsaron un aumento acelerado de la demanda de la electricidad para equipos de enfriamiento, cuyas ventas están creciendo velozmente en regiones donde antes no se usaban, como el caso de la Ciudad de México, donde se batieron récords de calor en tres ocasiones de lo que va del año.

En México, como consecuencia de las olas de calor de abril y mayo, se registraron temperaturas de hasta 50 0C, provocando apagones que duraron días; es así como se impactó a los recursos hídricos y eléctricos provocando una disminución en la energía hidroeléctrica para el primer semestre del presente año.

La AIE, consigna como ejemplo de estas olas de calor y sequía en México a su región noroeste, donde la central El Novillo, ubicada en Sonora y con una capacidad de 135 Megawatts (MW), debido a los bajos niveles de agua que se desplomaron hasta el 11%, dejó de generar electricidad desde el mes de abril; mientras que en la central hidroeléctrica Huites, ubicada en Sinaloa y con una capacidad de 422 MW, dejo de operar desde mayo por haber llegado al límite más bajo de su capacidad, cercano al 20%.

Un caso más, la central Infiernillo ubicada en los límites de Michoacán y Guerrero, con una capacidad de 1.120 MW, sus niveles de almacenamiento entre el mes de abril y julio se redujeron de un 70% a un 46%.

Lo gravé de este año de sequía, es que no parece ser un caso inédito, sino más bien una tendencia en las próximas décadas, por lo que el componente climático se convierte en una variable fundamental en la planeación energética.

POR MANUEL RODRÍGUEZ GONZÁLEZ                                                     

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