La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó recientemente un nuevo informe sobre habilidades en adultos. Si se logra resistir el impulso inicial de tomar estos datos para realizar comparaciones inexactas y elaborar rankings que en nada ayudan a la mejora en los contextos de mayor rezago, esta información que revela inequidades profundas también representa oportunidades valiosas para construir sociedades con una prosperidad y bienestar más compartidos.
El informe se basa en datos del Survey of Adult Skills, una iniciativa del programa PIAAC (Programme for the International Assessment of Adult Competencies) de la OCDE. Cada diez años, este instrumento evalúa a miles de adultos en el mundo en tres dimensiones clave de habilidades: alfabetización, matemáticas y resolución adaptativa de problemas, vistas como fundamentales para que puedan desenvolverse en el mundo laboral, político y social de la actualidad.
La edición 2023 recogió respuestas de 160 mil adultos entre 16 y 65 años en 31 países, representando a 673 millones de adultos. México no participó en este ejercicio, que cuenta con una limitada participación latinoamericana. Chile fue el único país en la región con resultados.
En cuanto a su contenido, el reporte señala claras tendencias globales. En la última década, las habilidades de alfabetización en los adultos han disminuido o se han estancado, en la mayoría de los países evaluados. Solo unos pocos, como Finlandia y Dinamarca, lograron mejoras significativas (+15 y +9 puntos, respectivamente). En tanto, en matemáticas, los avances también son escasos, con países como Finlandia y Singapur presentando mejoras de 17 puntos.
Dentro del informe, la desigualdad en la distribución de estas habilidades y sus beneficios económicos, sociales y cívicos es un tema central. El 20 por ciento de los adultos alcanza un bajo desempeño en los tres dominios evaluados: alfabetización, matemáticas y resolución de problemas. Esta cifra varía enormemente, desde el 7% en Japón hasta el alarmante 44% en Chile. Además, la brecha interna entre quienes tienen un alto desempeño y los más rezagados se ha ampliado en países como Estados Unidos y Singapur, evidenciando que las inequidades no son solo entre naciones, sino también dentro de ellas.
La diferencia en habilidades entre adultos con padres altamente educados y aquellos con padres de menor nivel educativo es de 50 puntos en alfabetización. Esta brecha es particularmente marcada en Alemania y sigue ampliándose en muchos países.
En tanto, los adultos migrantes también enfrentan desventajas significativas. En promedio, su desempeño es 44 puntos menor en comparación con los adultos nativos. En países como Finlandia, Alemania y Dinamarca, donde la proporción de adultos extranjeros ha aumentado, estas brechas se han hecho más evidentes.
Y la desigualdad de género también presenta una dinámica particular: mientras que los hombres continúan superando a las mujeres en matemáticas (10 puntos) y resolución de problemas, las mujeres han logrado niveles ligeramente superiores en alfabetización.
Uno de los aspectos que merece mayor atención de este reporte es que pone en tela de juicio la confianza ciega en las credenciales educativas. En varios países, adultos con títulos universitarios muestran niveles menores de habilidad de alfabetización y resolución de problemas que estudiantes recién salidos del bachillerato. Esto sugiere que un título no garantiza el aprendizaje efectivo de habilidades básicas.
Para países como México, no contar con esta información representa una desventaja enorme porque se vuelve difícil diseñar políticas públicas efectivas que atiendan las deficiencias en habilidades de la población.
¿Qué realidad reflejará los datos de México en 10 años más? Aunque no se puede saber con certeza, será una cuenta que habrá que cobrar a la Nueva Escuela Mexicana, las becas universales, las nuevas universidades públicas y a la política económica y social del presente.
*Director de Investigación en Mexicanos Primero
@gurarojas
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