–Por indicaciones de la aerolínea, el vuelo previsto para Culiacán va a aterrizar en Mérida, Yucatán. Si gustan, de Mérida pueden tomar un vuelo a Monterrey, de donde se les recomienda trasladarse a Sinaloa por carretera. ¿Mande? No, seíta, lamentablemente tampoco hay vuelos desde Jalisco. Y sí, la molesto que mantenga sus manos a la vista. Es una disposición oficial. No se pueden tener las manos tapadas por un suéter o por cualquier otra prenda, por seguridad de ustedes mismos. ¿Disculpe? No, lamentablemente no tenemos fecha ahora sí que para el reinicio de los vuelos a Sinaloa. Si me disculpan, tenemos un aviso del capitán.
–Damas y caballeros, bienvenidos al vuelo 1034. Les habla el capitán Jonathan Guajardo. Lamentamos informales que, por disposiciones del gobierno federal, el aterrizaje no se desarrollará en Culiacán, Sinaloa, como estaba previsto, sino en Mérida, Yucatán, como les informó nuestra sobrecargo, Angeline Soto. Igualmente, nos disculpamos por el retraso en el despegue, que se debe a condiciones meteorológicas en el aeropuerto de arribo. Calculamos un retraso de dos horas cincuenta minutos. El tiempo estimado de vuelo es de tres horas cuarenta y cinco minutos. Unos momentos después del despegue, nuestro personal les ofrecerá una carta con una amplia variedad de bebidas y alimentos. Solo se aceptan pagos con tarjeta.
–Seíta, está prohibido el uso de teléfonos. ¿Sí la molesto?
–Bro, ¿no es esa la ministra del pueblo? Licha. O Lencha. Ve. Está escribiendo de la señora Pinal. No mames. Puso que falleció en 2004. Se acaba de morir. Dile.
–Caballero, ¿sí lo molesto con el respaldo de su asiento?
–Una vez me tocó en un vuelo a León el de las guayaberas. El que siempre se pelea. Olía bien raro. ¿Eh? No, no mames. Cuál low cost. Íbamos en premier. Pedí que me movieran a turista.
–¿Sí sabes con quién estás hablando, hijo de tu reputísima madre? Murió una figura importantísima de la cultura mexicana. Tengo que subir mis condolencias a las pinches redes sociales, perro. Ábrete.
–Está prohibido el uso de los servicios hasta después del despegue, seíta.
–Leidis an yentlemens, mai neim is capitán Jonathan Guajardo. Güelcom tu de flait ten serti…
–Seíta, está prohibido consumir alimentos hasta el despegue.
–Son pastillas de menta. Padezco bajas de azúcar, y llevamos dos horas aquí sentados.
–Lamentablemente, está prohibido todo tipo de alimentos.
–Para acabarla de amolar, estornudó encima de mi torta de milanesa. ¿Te acuerdas que se negaba a usar cubre bocas? ¿Eh? Sí, esas buenísimas que venden en la Terminal 2.
–Caballero, ¿sí lo molesto? Está prohibido el uso de audífonos.
–La cosa es que dejé la torta en la bolsa sin probarla.
–Lee la pinche Constitución, ojete. Te voy a pinches poner una demanda.
–Bueno, pues el vato me dijo que si se podía comer la torta. Neta.
POR JULIO PATÁN
COLABORADOR
@JULIOPATAN09
MAAZ