Donald Trump vuelve a la Casa Blanca con la mayoría legislativa necesaria para impulsar las políticas que rijan el gobierno estadounidense durante los próximos cuatro años, con lo que se desataron las preocupaciones y especulaciones en todos los sectores económicos, incluido el agroalimentario.
En campaña, el republicano amenazó con subir aranceles a todos los países, en especial a China, lo que implicaría un fuerte golpe a las exportaciones mexicanas, ya que más del 80 por ciento de los productos agroalimentarios nacionales se dirigen a ese país.
Ya el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, atajó ayer las preocupaciones, al señalar que Trump no iría contra del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) que el mismo impulsó durante su gobierno pues esto tendría un efecto negativo en los consumidores de EU al generar precios más altos.
Para la política mexicana, Trump es un viejo conocido, si bien bajo su gobierno nuestro país fue objeto de críticas en materia de seguridad, migración y comercio, también es cierto que se avanzó bastante en temas comerciales y en la relación agroalimentaria, en donde ambas naciones son complementarias.
Durante su primer mandato, aumentaron las exportaciones agroalimentarias al mercado estadounidense, y nuestro país se benefició de una mayor demanda de productos agrícolas como el aguacate, las berries, o el tomate, por mencionar algunos.
En contraste, su gobierno aplicó aranceles a otras naciones, un ejemplo fue la imposición a 113 productos españoles, entre ellos el popular aceite de oliva.
Esto evidencia que el republicano sabe de la importancia de fortalecer el bloque económico de Norteamérica frente a otros actores mundiales, principalmente los asiáticos y, por ende, impulsar un gran mercado agroalimentario entre México, Canadá y Estados Unidos, que haga frente a la incertidumbre global.
Las autoridades mexicanas deben aprovechar la visión comercial de Trump que, salvo algunas estridencias en que refiere la imposición de aranceles, es un personaje que entiende de economía global y de la conveniencia de tener la región de Norteamérica fuerte y vigorosa a fin de contar con las características para competir con otros bloques comerciales.
Por lo pronto, la presidenta Claudia Sheinbaum tuvo un primer contacto con Trump, a través de una conversación telefónica.
“Tuvimos una llamada muy cordial con el presidente electo Donald Trump, en la que hablamos de la buena relación que habrá entre México y Estados Unidos”, escribió en sus redes sociales.
Será difícil, pero seguro se llegará a buen puerto en la relación económico-comercial con nuestro vecino del norte, en beneficio de productores y consumidores de ambas naciones.
En otros temas…
Por asombroso que parezca, Trump ha sido la única voz en el plano mundial que ha advertido el peligro de una guerra nuclear. La extensión del conflicto bélico del otro lado del mundo se aborda en “El peligro de una Tercera Guerra Mundial, errores y alarmas en la guerra de Ucrania”, una obra más que oportuna, que será presentada por su autor, Marcelo Monges, el viernes 15 de noviembre.
El libro ofrece una visión profunda de las diferentes aristas de esta guerra y el papel que podría jugar el republicano.
POR MARIANA OTERO BRIZ
@BRIZCOCHO
PAL
