Originario de Rosario, Fito Páez es una de las voces más conocidas a nivel internacional de la canción argentina. Con más de 40 años de trayectoria, su música ha conquistado a gente de distintas generaciones.
Luego de presentarse ante centenares de personas en la plancha del Zócalo capitalino, el compositor de temas como Mariposa Technicolor o El amor después del amor se presentará en el Auditorio Nacional.
Este es el pretexto ideal para revisar no solo su archiconocida discografía, en la que se cuentan decenas de himnos latinoamericanos, sino también su participación destacada en otras actividades artísticas.
Como novelista, actor, director o guionista, Páez ha demostrado que su genialidad no conoce fronteras para expresarse. Y para muestra, estos grandes botones.
Diario de viaje, Los días de Kirchner y La puta diabla
Portador de un manejo del lenguaje que puede ir desde la poesía hasta el lunfardo regional rosarino, leer a Fito Páez es asomarse a un mundo que, aunque se percibe en sus letras, no se descubre hasta tener sus libros en las manos.
En Diario de viaje, Páez intenta mezclar ciertas anécdotas con la intimidad de un diario en el que comparte celosamente cada una de las historias que aparecen entre las idas y venidas de casa, en hoteles y después de conciertos. Lo encuentras en formato digital en Gandhi, a 199 pesos.
La más reciente novela del músico, Los días de Kirchner, propone un encuentro amoroso que va más allá del tiempo y la política. En ella, una mujer de izquierdas que está en los últimos años de adolescencia, se enamora de un erudito varias décadas mayor. Cuesta 199 pesos la edición digital en la página de Editorial Planeta.
Su debut en las letras se dio con La puta diabla, una historia fragmentaria donde la verdadera protagonista es Buenos Aires, pero como ciudad definida en poesía, relatos, cartas y extractos llenos de comedia. La encuentras en Gandhi, a un precio de 199 pesos.
Vidas privadas y La balada de Donna Helena
Con solo tres películas en su haber, una de ellas un mediometraje, Fito Páez logró llevar el sentido de sus canciones al Séptimo Arte, donde logró un consenso positivo entre la crítica internacional.
La primera de ellas, La balada de Donna Helena, se trata de una extensión de uno de sus temas más importantes: El amor después del amor. En ella, una pareja de ladrones de poca monta quiere robar un automóvil, pero se encuentra con la dueña del vehículo, quien forma parte de un extraño culto.
En uno de los crossover más extraños que puedes pensar, Gael García actuó bajo las órdenes del legendario rosarino en su segunda incursión en el Séptimo Arte, en una cinta llamada Vidas privadas.
En ella, una mujer debe volver a Argentina porque su padre se encuentra muy mal de salud. Al llegar a Buenos Aires, contrata a un chofer de taxi para que le lea historias eróticas con una condición: nunca debe verla.
Enemigos Íntimos
Dicen que la animadversión es uno de los mayores alicientes en la trayectoria de ciertos artistas, y la pelea histórica que hubo entre Joaquín Sabina y Fito Páez durante la grabación de este disco es prueba de ello.
Las diferencias de carácter, la elección de ciertos colaboradores e incluso la idea de que secretamente se caían mal, rompió una colaboración que nunca llegó a presentarse en público, pero que dio origen a Enemigos Íntimos, uno de los mejores discos en español de los últimos años. Lo encuentras en plataformas de streaming como Apple Music o Spotify.
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