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Austeridad Selectiva

Por todos los medios se ha hecho saber a las dependencias y a los gobiernos estatales y municipales que los recursos son limitados y que se apoyará "con lo que se pueda"

Austeridad Selectiva
Marco Adame / Poliedro / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

El gobierno federad presentó la propuesta de presupuesto para el 2025, orientado a solventar las prioridades del gobierno, no las necesidades de la población. Preocupa el optimismo en las estimaciones macroeconómicas y la falta de sustento en las metas de crecimiento y de reducción del déficit fiscal al 3.9%. Ante las presiones y desafíos que se avecinan, un presupuesto realista sería lo mejor que nos podría pasar. 

Por todos los medios se ha hecho saber a las dependencias y a los gobiernos estatales y municipales que los recursos son limitados y que se apoyará "con lo que se pueda". Aunque se dice que se mantendrán los programas sociales prioritarios, la mayoría registra decrementos de hasta el 15%; al mismo tiempo, se insiste en que la elección de jueces y magistrados de 14,000 mil millones sigue adelante, y que se concluirían los proyectos macroeconómicos del gobierno anterior.

Ante tales contradicciones y a pesar de la aparente tranquilidad y optimismo que se advierte en la comunicación gubernamental, el escenario más probable es que el gobierno enfrente serias dificultades para cumplir con las metas del presupuesto, en especial, la reducción del déficit público. La falta de confianza se refleja en el cambio de calificación de la deuda soberana y en la fuga de capitales, de la que no se habla.

La disparidad observada en la asignación presupuestal advierte la imposición de una política de austeridad selectiva, restrictiva en el gasto de inversión en proyectos comunitarios y de infraestructura social y expansiva en el gasto burocrático de las nuevas dependencias y en los mega proyectos emblemáticos del régimen. A quienes se ufanan de las bondades del presupuesto, hay que señalarles que la austeridad selectiva es, por definición, profundamente injusta y excluyente

No hay que olvidar que, en los últimos años, el gobierno anterior gasto a manos llenas para ganar las elecciones y que la responsabilidad sobre estos excesos aún espera la rendición de cuentas. En los gobiernos de la alternancia se hablaba de equilibrio presupuestal, y la izquierda pugnaba por un déficit moderado de hasta el 1.5%, para impulsar el  crecimiento de la economía por el lado de la oferta.   

Los analistas y las calificadoras consideran que  las metas del gobierno están sobrestimadas y los riesgos y la incertidumbre externa están subestimados. La llegada de Trump al gobierno de los Estados Unidos, plantea retos inmediatos en migración, seguridad y comercio que no están considerados. Las deportaciones masivas representarían una gran presión para los estados fronterizos, ante la cual no existe previsión alguna.

Ante las presiones internas y externas que enfrentamos, urge una rectificación de rumbo, fortalecer la unidad y dejar atrás la política facciosa y la polarización impulsada desde gobierno; es indispensable transparentar la información publica y abrir el diálogo social y político, para replantear las reformas regresivas y promover un gran acuerdo nacional en beneficio de todos los sectores de la sociedad. 

POR MARCO ADAME CASTILLO

ANALISTA Y CONSULTOR POLÍTICO

PAL

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