COLUMNA INVITADA

West Wing o el presidente que no mentía

El jefe del país más poderoso del mundo frente a dios

OPINIÓN

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Daniel Francisco / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Un líder interrumpe su rezo y, en medio de la tormenta, grita al cielo y maldice. El jefe del país más poderoso del mundo frente a dios. Un abierto desafío, un reclamo por una injusticia. 

Esta escena fue escrita por Aaron Sorkin para la serie West Wing (1999-2006) y consigue que la audiencia vea a un ser humano, frágil, contradictorio, sometido a presiones y al escrutinio público. Una decisión suya podría traer como consecuencia guerras, crisis económicas y políticas… o su caída. 

Quien se asome a la serie lo verá una fantasía, ese acuerdo invisible entre el espectador y el creador. Sorkin recrea a un político con ideales, rodeado de un equipo talentoso y con los conocimientos técnicos requeridos para enfrentar a los enemigos.

El presidente Barlet, el personaje principal de West Wing, no sólo es Premio Nobel y acumulador de citas en latín; además inspira a un equipo de trabajo que quiere cambiar a un país a toda costa, aunque eso signifique no llevarse el crédito. Imaginen eso: un político discreto, que prefiere ver los resultados y no su nombre en una placa de bronce. 

Desde el primer episodio vemos el carácter impetuoso de Bartlet, el demiurgo demócrata. Después de reprender a su asesor legislativo por su impertinencia en un programa de televisión, después de perdirle moderación ante los actores políticos que no concuerdan con la agenda presidencial, no duda en vapulear -frente a él- a unos líderes religiosos que hicieron una visita de trabajo a la Casa Blanca.

Miramos atónitos esa reacción pendular, ese instinto para virar y ajustar la estrategia. Pero Sorkin va más alla cuando muestra a un político capaz de decir la verdad y expresarle a unos votantes que no podrá apoyarlos.

No les da una explicación erudita, sólo les dice que así no funciona la economía. Justo en esa escena, en un restaurante austero, con pollos gratis para los asistentes, nos toca ver la epifanía del asesor, quien después de ver a Barlet en acción-el candidato- hace una llamada a un cabildero amigo suyo y le dice: ya encontré a nuestro hombre, a quien será el próximo presidente de los Estados Unidos. 

POR DANIEL FRANCISCO

Subdirector de Gaceta UNAM
@dfmartinez74

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