Columna invitada

Francisco Gabilondo Soler “Cri-Crí” [II]

Mamá, mamá, gritaban Irene, Alejandra, Claudia, Indalecio y Prócoro , enciende el radio va a empezar el programa de Cri-Cri y tarda en encender

Francisco Gabilondo Soler “Cri-Crí” [II]
Rubén Martínez Cisneros / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Mamá, mamá, gritaban Irene, Alejandra, Claudia, Indalecio y Prócoro , enciende el radio va a empezar el programa de Cri-Cri y tarda en encender coreaban los chamacos, como magia del aparato RCA-Víctor, se empezó a escuchar, ¿Quién es el que anda aquí? ¡Es Cri-Cri!  ¡Es Cri-Crí! ¿Y quién es ese señor? ¡El grillo cantorooooor!, los niños y adultos se regocijaban, alegraban con las canciones infantiles.

El escritor José de la Colina, nos remite a ese momento en el libro Francisco Gabilondo Soler Cri Cri Canciones completas Clío 2001, en el prólogo se lee, “Y entre los anuncios comerciales y los breves cuentos de introducción a las canciones, dichos por el locutor Manuel Bernal, surgía otra voz, cálida y empastada, con un tono familiar, muy distinto al de los locutores, poniendo en el aire una fantasía a la vez fastuosa y casera”.

Han transcurrido 90 años, Francisco Gabilondo Soler “Cri-Crí”, hizo su presencia en los micrófonos de la estación de radio XEW, fue el lunes 15 de octubre de 1934, su programa duraba 15 minutos y se transmitía a las 13:15 horas, entre las primeras interpretaciones fueron El baile de los muñecos y Bombón I; Hubo un rey en un castillo con murallas de membrillo, con sus patios de almendrita y sus torres de turrón.

Francisco Gabilondo Soler, nació el 6 de octubre de 1907 en Orizaba, Veracruz, el investigador musical Jaime Almeida, señala en Un siglo de Historia Musical CDMX 2016, “En su adolescencia incursionó en el boxeo, el toreo y la natación. A los 17 años viajó a Nueva Orleans para estudiar linotipia, y allá se embebió con el alma musical de esa parte de Estados Unidos de América, donde el movimiento del jazz, junto con otros géneros musicales que estaban en pleno apogeo, sirvieron para su formación musical”.

Más aún, escribe Almeida, “A los 19 años de edad, Francisco se interesó seriamente por la música y a fuerza de practicar continuamente, aprendió a dominar el teclado convirtiéndose en un excelente pianista. Se inició tocando música de la época en bares y casas de citas hasta que alrededor de 1930 empezó a componer sus melodías entre las que había tangos, danzones y fox trots”.

Por su parte, Hugo de Grial aporta en el libro Músicos Mexicanos, Diana 1965, “Un día, en una estación de radio (XYZ) que dirigía el vate Samuel Ruiz Cabañas, se abrió un programa titulado Buscando novedades y ahí se presentó Gabilondo Soler, tocando el piano para acompañar sus canciones, hechas ya sobre animalitos, como La hormiguita, que fue su primera composición”, Ruiz Cabañas lo llamó “El guasón del teclado”.

Gabilondo Soler le confiesa a la escritora Elena Poniatowska acerca del grillito verde, “quise que fueran aventuras de algún animalito, un pájaro, un perrito, un gatito y sugerí - ¿Por qué no un grillito?

- ¿Y cómo se va a llamar? Pues muy sencillo, como en francés: Cri-Cri, Le grillon.”

Mientras tanto, “La cotorra está de viaje y se siente muy feliz; acarreando su equipaje va de compras a París”.

POR RUBÉN MARTÍNEZ CISNEROS

COLABORADOR

MAAZ

 

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