¿Quién no conoce el cuento de Pedro y el lobo? Bueno, para los que no, él es un pastor que cuida ovejas, aburrido, varias veces se inventa que “¡Ahí viene el lobo!” y en todas es mentira, para cuando dice la verdad, nadie le cree y el depredador hace de las suyas. Ojo, el objeto de la moraleja no es el lobo, sino la persona que falsea una denuncia y sus consecuencias.
Las y los mexicanos ¿cómo estamos? ¿mentimos en las denuncias para perjudicar a alguien? ¿Las mujeres están denunciando falsamente? Para dar una posible respuesta los datos son la mejor opción, lamentablemente, no siempre contamos con ellos o, si existen, son difíciles de obtener o desagregar.
Pero bueno, un elemento que nos puede dar luz, son las llamadas de emergencia al 911, que no son denuncias, sino reportes de incidencias con base en la percepción de quien hace la llamada y, otro caso que podemos abordar, dada su reciente viralización en redes sociales, son las denuncias falsas por violencia de género.
De acuerdo con datos oficiales y en números cerrados, durante 2024 se recibieron 58 millones de llamadas de emergencia, de estas, 43 millones fueron improcedentes (insultos, bromas, mudas, incompletas, etc.) y 15 millones procedentes, es decir -y la tendencia se mantiene en los últimos cinco años- del 75 y 25 por ciento, respectivamente..
Casi 118 mil llamadas diarias al 911 son falsas o improcedentes, con su consecuente costo en recursos y al robar espacio para percances reales. Aquí sí tenemos algo que hacer en casa, sobre todo porque más de 29 millones son mudas o bromas de niños, jóvenes o adultos.
Pasemos ahora a los casos como #LadyUber o #LadyLomas, donde mujeres amenazaron con denunciar falsamente. ¿Qué dicen las estadísticas?
No contamos con una base de datos específica. No obstante, revisando la información disponible, les puedo decir que, a diferencia de los números anteriores, las veces que se tiene registro de mujeres denunciando falsamente a un hombre son “muy” mínimas -habría que decir que eso no minimiza el impacto que puede tener en la vida del señalado-, pero la realidad, de acuerdo con investigaciones internacionales, las denuncias falsas por violencia de género representan menos del uno por ciento, México incluido.
En cualquier caso, lo importante es la educación, concientizar, especialmente a niñas, niños y adolescentes, sobre la valía de decir la verdad (pongamos primero el ejemplo) y de lo útil que es la herramienta del 911 que puede verse rebasada por la falsedad en su uso, así como las consecuencias que puede tener la mentira en el colectivo social que, aún cuando estadísticamente no sean representativas, la gente puede empezar a creer que sí lo son y distorsionar o desacreditar una realidad que diariamente arrebata con violencia la vida a nueve mujeres.
Eduquémonos en el sendero de la verdad y seamos críticos con la información que consumimos, la violencia de género es real y mayormente cometida por los hombres.
POR JOSÉ LUIS AYOUB
COLABORADOR
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@jlayoub
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