Tres en raya

Desaire del ruso a Trump

Se le dijo, pues se sabe de sobra, Putin no es de fiar. En astucia política, el ruso se bailó al gringo. O tal vez fue un auto sabotaje inconsciente del originario de Queens

Desaire del ruso a Trump
Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

El mejor presidente, el mejor negociador, el más humilde mandatario del mundo mundial logró —según él mismo— que Vladimir Putin aceptara reducir los ataques de Rusia contra Ucrania… para que, acto seguido, los moscovitas reanudaran su bombardeo a Ucrania. ¿No que muy gallo, Mr. Trump? Ya vimos que su llamada al presidente ruso sirvió para los titulares de los diarios estadounidenses y nada más.

Se le dijo, pues se sabe de sobra, Putin no es de fiar. En astucia política, el ruso se bailó al gringo. O tal vez fue un auto sabotaje inconsciente del originario de Queens pues tiene una inocultable admiración por el exagente de la KGB.

Sea una cosa o la otra, el hecho es que Putin tiene bien medido a Trump. El líder moscovita hará lo que quiera más allá de lo que acuerde con el gringo. Y no es el único, ya llegaré a Netanyahu —otro autócrata—, primer ministro de Israel.

Aun antes de la llamada, Putin reforzó las fobias de Trump: su desconfianza de Europa. No en vano el gringo busca debilitar a la OTAN y fracturar a la Unión Europea. Nada tonto el ruso; ha ganado tiempo, sigue bombardeando a Ucrania y la tregua que ofrece es superficial y con ganancias para su país (y sus bolsillos, sobra decir).

Putin aprovecha la admiración que tiene Trump hacia los líderes autoritarios. Tal vez esta admiración radique en el control absoluto que tienen sobre sus países. O tal vez sea por el desprecio que muestra Putin hacia las normas internacionales, en el sentido que le gustaría emular ese estilo absolutista en el comportamiento político tanto hacia el interior de su país, como hacia el exterior.

En términos prácticos; la diplomacia pública llevada a cabo por Trump está resultando hasta ahora en una derrota significativa para sus propios intereses.

Humilló al presidente ucraniano Zelensky, otorgando victorias estratégicas a Putin al debilitar las alianzas occidentales como la OTAN, pero a cambio únicamente logró una tregua superficial; Rusia bombardeó Ucrania y no estableció compromisos reales ni intenciones claras para la paz.

Total que Trump, quien se fanfarroneó de poder parar la guerra Rusia-Ucrania en menos de 24 horas, quedó tan mal parado como Vicente Fox hace algunos años cuando dijo que resolvería el conflicto en Chiapas en 15 minutos… Pero bueno, tampoco es que sorprenda mucho la reacción de Vladimir Putin; eso de la “paz” les estorba a los tiranos y más a los asesinos como él.

El mundo fue testigo que a Trump le falta oficio, y eso es muy peligroso para el planeta cuando el incapaz es el presidente de la nación supuestamente más poderosa.

Putin estará feliz, pues Ucrania pierde de una u otra manera. Difícil momento para Zelensky (¡cómo di alguno fuera fácil!) quien debe sentarse en la mesa de negociaciones —así sea de manera virtual— con Trump después de los desaires y desplantes que el naranja personaje le ha hecho, los cuales incluyen retirarles todo tipo de ayuda, sea militar o humanitaria.

Aun con todo lo anterior, Trump mismo perdiendo dirá que ganó. Tanto a él como a sus seguidores poco o nada les importa el resultado porque en cualquier momento cambiará de forma de pensar. Una veleta, pues. Pronto veremos que se presentará como el gran estratega; el que supuestamente sabía cómo iban a reaccionar las partes; el que todo lo sabía, aunque en realidad no sabe ni controlarse a sí mismo.

No deja de ser curioso todo esto, pues dibuja una paradoja: si bien Trump ha inyectado incertidumbre a todo el orbe, al mismo tiempo ha dejado ver que es débil y que no puede hacer que sus promesas se cumplan. Las repercusiones del primer desaire ruso a Trump incluyen el nulo caso del cese al fuego.

Tres en Raya

1.- Netanyahu también se baila a Trump. Cuando se suponía estaban en tregua, Israel lanzó una operación para retomar el corredor en Gaza. Dudo mucho que Trump haya tenido tanta prisa para empezar a construir sus hoteles en la franja de Gaza y por eso haya apurado a Netanyahu para hacerle el trabajo sucio. Ahí bien la posición México al reclamar por la vía diplomática la violación al acuerdo del alto al fuego.

2.- El conservador hablando de… liberales. El negociador máximo de los EEUU le echó porras a Mark Carney, quien en las próximas elecciones canadienses buscará quedar como primer ministro de ese país. La razón por la que Trump lo apoya es que, para él, es más fácil negociar con liberales… Vaya pues.

3.-Insisto: que Trump hable bien de Claudia Sheinbaum no es algo ni de qué presumir ni de lo que debe estar satisfecho. Una cosa es lo que dice de ella y otra lo que piensa de su gobierno. Como muestra, el Destructor USS Gravely que se encuentra navegando en aguas internacionales del Golfo de México (que no de América)…

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

COLABORADORA

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

MAAZ

 

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