DEFINICIONES

Claudia y Xóchitl

A las dos las quieren minimizar. A muchos les cuesta reconocer el enorme mérito que conlleva atravesar el pantano de la política y vencer

OPINIÓN

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Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A las dos las quieren minimizar. Y es curioso, lo hacen los líderes varones de la esquina contraria. El triunfo de ambas, repiten en uno y otro bando, se debe a imposiciones y dedazos. A muchos les cuesta reconocerles el enorme mérito que conlleva atravesar el pantano de la política y vencer.

 Se abrieron paso y tanto Claudia Sheinbaum como Xóchitl Gálvez se ganaron su lugar en la 4T y el Frente Amplio, respectivamente. 

No fue fácil. Nadie les regaló nada. Incluso, les costó más que a un hombre hacerse de la candidatura presidencial. 

Sus historias no necesariamente son las mismas, pero los obstáculos que han superado sí, y encuentran coincidencia en el machismo aún arraigado en buena parte de la clase política, donde es fácil —y predecible— restarle mérito
a las mujeres y afirmar que son simple extensión de alguien; que no ganaron el espacio que tienen; que les fue allanado el camino.

 Ni Claudia ni Xóchitl tendrían por qué estar aclarando que no le deben su aspiración a un varón. 

Tendría que ser ocioso cuestionar el empaque académico y político de una científica y una ingeniera que van haciendo historia. 

Hacerlo, es tan absurdo y empequeñece tanto a quien lo intenta, como negar el origen indígena o la lucha que implica salir adelante —vendiendo gelatinas o tamales, por ejemplo— en un contexto adverso.

Ni Claudia es una simple imposición del presidente López Obrador, ni Xóchitl es hechura de Claudio X. González y los dirigentes del PAN, PRI y PRD. 

Menospreciarlas, es el primer error que algunos cometen. Como si Sheinbaum fuera sólo una marioneta del capricho de Palacio Nacional, o Xóchitl una ocurrencia de alguna cena entre hombres de poder.

Llegaron a donde están, por tenacidad, disciplina, inteligencia y talento. La política no es un ecosistema amigable para ellas. No es un mundo donde haya concesiones. En ese terreno, donde se pelea el poder, no hay beneplácitos buena onda para dejar pasar a alguien. La disputa es voraz. Por eso nadie debe minimizarlas, ni restarles mérito. Se ganaron lo que tienen. Sortearon un montón de obstáculos. Y lo siguen haciendo.

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          Off the record: Claro que a Dante Delgado le encantaría que Mariana Rodríguez, la esposa de Samuel García, fuera la candidata presidencial. Lo ha dicho en reuniones, lo repite cada vez más en privado y lo esboza en público. El gobernador todavía calcula que sí puede buscar la Presidencia, Rodríguez ir al Senado y ambos hacer campaña. Al final, la taquillera, la de los votos, es ella. Eso también lo dice Dante, por cierto.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM

@MLOPEZSANMARTIN

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