Parece que el rival más difícil del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de cara a las presidenciales es él mismo, cada vez con más frecuencia sufre equivocaciones o errores durante sus discursos, que no pasan desapercibidos y, mucho menos, en tiempos electorales.
La semana antepasada, el huésped principal de la Casa Blanca dijo en un discurso sobre la salud, que durante la pandemia de COVID-19 en Estados Unidos habían muerto 100 personas, aunque los reportes oficiales hablan de un millón 135 mil fallecidos.
El asunto es que el error antes mencionado es el más reciente de una serie de imprecisiones cada vez más recurrentes. Por ejemplo, en su viaje a Europa el mandatario confundió al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski con su par y enemigo ruso, Vladimir Putin.
Biden tiene 80 años de edad y se encuentra ante la posibilidad o, al menos, tiene la aspiración de reelegirse, si lo consigue se convertiría en el jefe de Estado más longevo de Estados Unidos, cabe señalar que la clase política estadounidense es muy vetusta y por consecuencia el margen para la sangre nueva es reducida.
Las lagunas mentales, las imprecisiones en los discursos y las exageraciones no son los únicos problemas para el jefe de la Casa Blanca, durante el presente año ha sufrido varias caídas, todo junto se convierte en oro molido para sus detractores electorales, o sea los republicanos.
Ronnie Jackson, exmédico de los exjefes de Estado, Barack Obama y Donald Trump, ha declarado que “Biden no está ni mental ni físicamente capacitado para ser el mandatario”. Los demócratas han hecho oídos sordos a tales declaraciones, porque en realidad no tiene un activo electoral más fuerte que el mismo Presidente.
La competencia electoral seguramente será sangrienta, pero para fortuna de los demócratas, en este momento los 16 republicanos que buscan la nominación presidencial están en su pleito interno, hoy por hoy el más aventajado y posible rival de Biden es Trump.
Prácticamente una revancha cantada, claro, si es que el magnate puede salir bien librado de sus problemas legales y Biden logra poner en orden sus ideas. Ya veremos.
En mayo de 2022, un grupo de 61 congresistas republicanos le pidió a Biden que se sometiera a una prueba para comprobar su "estado cognitivo y capacidad actuales". Él se defendió argumentando que el problema era su tartamudez, pero afirmó que su salud es buena.
En el plano bilateral e internacional, la salud del Presidente de Estados Unidos debe ser una prioridad, pues se trata del líder de la primera potencia del mundo, un error involuntario, en este caso de Biden, puede provocar un giro en la historia, peor aún puede ser aprovechado por los antagonistas de esa nación que no son pocos.
La cordura debe imperar en Estados Unidos y sus gobernantes, es una máxima, Biden debería valorar a conciencia si realmente está en condiciones para seguir adelante en su cargo, aunque del otro lado, en la trinchera republicana la oferta tampoco parece la más ecuánime.
POR ISRAEL LÓPEZ
COLABORADOR
ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
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