Si éste fuera un torneo de futbol, estaríamos en la ronda semifinal del campeonato: de los encuentros y desencuentros de la próxima semana dependerá quiénes serán los o las dos finalistas, que tendrán una eternidad para hacer campañas formales hasta las elecciones de junio de 2024.
Si bien casi todas las encuestas coinciden en señalar a las favoritas en esta fase (Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum), todavía quedan algunos días de competencia tanto en el Frente opositor, que definirá el próximo domingo, como del lado oficialista, que lo hará el día 6. En esto de la política cada día puede ser una eternidad, y como bien saben los aficionados al futbol, hasta el último minuto tiene 60 segundos.
Dentro de lo soporífero que ha resultado su proceso, las cosas en Morena se han puesto interesantes y hasta emocionantes: si bien Claudia Sheinbaum parece tener el peso de las encuestas y del aparato de Estado a su favor, Marcelo Ebrard ha mantenido su segundo lugar contra viento y marea. Varias de sus inconformidades han sido tomadas en cuenta y eso le permitirá que la cancha esté un poco menos inclinada en su contra.
De los demás aspirantes, los hay testimoniales, como Ricardo Monreal; Adán Augusto López, el otrora “caballo negro”; el siempre interesante y entretenido Gerardo Fernández Noroña, que cubre también una cuota de partido, para el PT, y Manuel Velasco, quien para sorpresa de muchos se puso a hacer campaña y será seguramente un factor que ayude a inclinar la balanza en uno u otro sentido.
Las reglas preacordadas han hecho muy ordenado y predecible el proceso, y salvo por alguno que otro desplante público de los dos punteros, que no les ha sumado, todos se han apegado al libreto. Sería asunto resuelto de no ser por esa sana afición mexicana a creer que siempre hay gato encerrado, y que el presidente López Obrador podría tener una carta o intención oculta. Sea o no así, le añade un poco de sabor a un poco atractivo proceso.
Por su parte, el Frente opositor se logró sobreponer a múltiples tropiezos en el arranque y llegan al final con dos contendientes muy diferenciadas y bien posicionadas en el imaginario público: Xóchitl Gálvez lleva ventaja frente a Beatriz Paredes en las encuestas telefónicas, aunque no tanta en las domiciliarias, y no demuestra esa diferencia en los careos que distintas casas encuestadoras han realizado contra las dos cartas principales de Morena.
El gran reto para el Frente es que la combinación de dos encuestas y una votación en casillas resulte transparente y fácil de entender para la opinión pública, además de que puedan evitar los riesgos de una ruptura ya fuera del PAN (para aliarse con MC) o del PRI, para jugar por la libre. La incertidumbre del lado de Morena es lo que pudiera hacer Ebrard en caso de perder: disciplinarse o romper para irse, también, por Movimiento Ciudadano. Los naranjas, sin jugar, están en boca de todos. ¿Les redituará la estrategia?
POR GABRIEL GUERRA
COLABORADOR
GGUERRA@GCYA.NET
@GABRIELGUERRAC
PAL