Hace algunas semanas preparé, junto a la directora del Global Security Programme de Oxford, un informe sobre fentanilo, China y México para la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Británico. Les comparto algunos puntos y una propuesta.
En diciembre de 2018, durante la cumbre del G-20, China anunció que colocaría al fentanilo bajo un régimen regulatorio que incluía sus análogos y dos de sus precursores.
La regulación comenzó a aplicarse en mayo de 2019 y entonces los traficantes chinos se distanciaron de la exportación de fentanilo terminado hacia Estados Unidos para centrarse en exportar precursores a México, donde los cárteles, crecientemente, fabricaban esta droga para traficarla a través de la frontera.
Agentes chinos pequeños y medianos, en las industrias químicas y farmacéuticas, son los principales proveedores de los grupos criminales mexicanos, es decir, en el caso de los precursores de fentanilo, los grupos mafiosos chinos no dominan la producción y el tráfico.
Una vez procesado, los cárteles mexicanos comprimen el fentanilo para hacer pastillas similares a medicamentos; también lo mezclan con otras drogas, como la heroína y la cocaína.
Este opioide sintético causa cerca de 70,000 muertes anuales por sobredosis en Estados Unidos y existe un riesgo real de que sus efectos se extiendan a otros países, incluido México, donde el gobierno federal ha tenido que lanzar una campaña de prevención.
Sólo durante la administración del presidente López Obrador, México ya ha realizado incautaciones que sobrepasan las seis toneladas.
Pagos en productos silvestres
A cambio de los precursores, las transferencias de valor de los grupos criminales mexicanos incluyen la utilización de recursos silvestres, tales como animales marinos protegidos y no protegidos e incluso maderas (también llegan a utilizarse propiedades, criptomonedas y dinero en efectivo). Una vez en China, estos productos “exóticos” son sumamente valiosos.
Las transacciones generalmente se llevan a cabo a través de rutas, infraestructuras y técnicas ya existentes. Según una investigación de C4ADS, algunos proveedores chinos han desarrollado plataformas en español en las que ofertan precursores de fentanilo e incluso señalan ser capaces de burlar los controles de aduana en México.
Para este propósito, los cárteles mexicanos están buscando controlar negocios legales, tales como los vinculados con la industria pesquera y la tala de árboles. Por ejemplo, se observa un marcado interés del Cartel de Sinaloa por controlar secciones tanto legales como ilegales de la cadena de producción en la industria pesquera, cuestión que representa riesgos a la salud pública, la sostenibilidad económica, la seguridad alimentaria y, por supuesto, a la biodiversidad.
- Cooperación
En abril de este año, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo una solicitud al presidente Xi Jinping para contribuir a detener los precursores utilizados por los narcotraficantes mexicanos para producir fentanilo. La respuesta no vino de la oficina del presidente chino, sino a través del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning, y se limitó a negar la participación del país en cualquier tráfico ilegal de fentanilo con México.
Estas redes de distribución proveen una amplia diversidad de recursos para negocios legales chinos, algunos incluso, según Brookings, vinculados con los intereses del país, el partido en el poder y con funcionarios públicos.
- Alternativa
Las características estructurales de las drogas sintéticas, así como la posibilidad de desarrollar nuevas drogas (muy similares, pero no registradas), representa un enorme obstáculo para incidir en su oferta a través de regulaciones —sin mencionar que, como principio, el tráfico a través de redes criminales no se sujeta a las normas.
Una alternativa consiste en que, además de las incautaciones de fentanilo, se desplieguen esfuerzos para reducir la pesca ilegal y el tráfico de especies.
En enero de 2021, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y el Departamento de Estado de Estados Unidos, desplegaron en México un programa para detectar e investigar delitos contra la vida silvestre y los bosques: Global Programme for Combating Wildlife and Forest Crime.
Escalar este programa y orientarlo a la esfera de pagos en especie a cambio de precursores de fentanilo podría ser una vía estratégica para obtener inteligencia, proteger especies, construir (y transferir) capacidades e identificar nuevos métodos con los que estos actores mantienen sus redes de lavado y suministro.
Por: Miguel Moctezuma Barraza, MPP University of Oxford, Maestro en Gobierno y Asuntos Públicos UNAM. Zacatecano.