No cabe duda que la estrategia planteada por el Presidente López Obrador para impulsar a las corcholatas favoritas es un auténtico desastre; Claudia, Marcelo y Adán pierden votos cada día que salen a la calle, pero todo tiene un origen y sus letales consecuencias.
Claudia Sheinbaum es todavía la mejor posicionada en las encuestas de Morena, del PAN y de las casas encuestadoras independientes. Sin embargo, perdió brillo cuando dejó la exposición de la Capital y se fue a recorrer el país. En conclusión, de los casi 40 puntos que tenía con intención de voto solo le quedan 32, mismos que le alcanzan para ganar la Coordinación de la Defensa de la Transformación.
Adán Augusto López, como secretario de Gobernación, se convirtió en el operador más eficiente de su “hermano” Andrés Manuel, quien ante la presencia de gobernadores y secretarios de Estado, lo reconoció como el mejor titular del Palacio de Cobián en lo que va de su sexenio.
Adán mantiene un aceptable papel como aspirante a la candidatura, aunque los escándalos mediáticos lo alcanzaron rápidamente tras el crecimiento generado en la etapa previa al proceso interno de Morena. Al pasar los días se instaló en un tercer lugar de preferencias. El arribo de su esposa Dea Isabel tranquilizó las aguas y su equipo cree que cerrará fuerte en los siguientes 45 días.
Marcelo Ebrard merece una ovación digna del mejor guionista y estratega político. Gracias a sus buenos oficios y gran amistad con Mario Delgado, lograron que el titular del Ejecutivo tomará una decisión precipitada para elegir al candidato, cuando creían que no iba a existir competencia en la oposición.
Con el transcurrir de los días el “Carnal” Marcelo quiso imponer un estilo gracioso y divertido, pero se volvió víctima de burlas mediáticas. En los tracking normales sale en segundo lugar de preferencia; sin embargo, en los estudios estadísticos con militantes de Morena no levanta, ya que una y otra vez afirma que el proceso no es imparcial y amenaza con romper con los acuerdos internos pues no aceptaría una “chicanada”.
Mario Delgado anunciará el 6 de septiembre al candidato, pero se sabe que falta mucho tiempo y no encuentran cómo decirle al Presidente que adelante la designación del candidato morenista para reactivar el tablero político de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
Ahora, cuando todo favorecía a las corcholatas obradoristas apareció Xóchitl Gálvez, y toda sonrisa se borró en un instante. El crecimiento de la Senadora causó mucha molestia en López Obrador, y en el partido guinda se señala a la dupla Delgado - Ebrard como las mentes maestras que dinamitaron la cómoda ventaja que tenían.
Marcelo y Mario tendrán que rendir cuentas de su osadía electoral, la realidad es que en Palacio Nacional andan más que molestos con el ex Canciller, pues tuvo que ser el mismo Presidente quien tuvo que salir a contrarrestar la inercia de Gálvez Ruiz, pues se coló como una candidata competitiva de la oposición para ganar las elecciones el siguiente año.
Y si les duele que vendía gelatinas, ahora imagine lo qué se piensa de Ebrard y Delgado, quienes vendieron un movimiento político por las ambiciones de ambos personajes.
POR LAURA PUENTE
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