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¡Sí se puede!

Morena ha consolidado su presencia nacional y generado una percepción de que poco se puede hacer para evitar que el oficialismo se mantenga en el poder

¡Sí se puede!
Alejandro Echegaray / Campus / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Para ganar una elección se debe conquistar primero la narrativa de triunfo. El obradorato lo sabe y ha buscado que la clase política y el electorado anticipen su triunfo inevitable en 2024. Aprovechando sus victorias estatales a lo largo de los últimos años, Morena ha consolidado su presencia nacional y generado una percepción general de que poco se puede hacer para evitar que el oficialismo se mantenga en el poder.

Pero esa idea repetida con fuerza necesita analizarse: cuatro hechos para ponerla a prueba. Gubernaturas y votos. Morena y sus aliados han sido ganadores indiscutibles en las últimas contiendas estatales: han obtenido 22 de las 32 disputadas. Ese número de gubernaturas es muy similar al que tenía el PRI durante la presidencia de Enrique Peña Nieto.

Pero cuando se analizan todos los votos emitidos en esas 32 elecciones, la diferencia entre el morenismo y sus competidores es de apenas dos millones de votos (2% de la lista nominal): mientras Morena y sus aliados han obtenido 19.4 millones de votos, la Alianza Opositora (PRI, PAN y PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) obtuvieron 17.2 millones. Gubernaturas estratégicas.

En los 10 estados con mayor número de votantes, Morena y sus aliados obtuvieron 11.3 millones de votos, mientras que la Alianza Opositora y MC sumaron 10.5 millones de votos. Es decir, la diferencia es de apenas 800 mil votos. Es fundamental entender el papel que MC tendrá en 2024, aunque nontiene un candidato con aspiraciones reales a la presidencia, hoy gobierna dos de esas entidades: ni más ni menos que Nuevo León y Jalisco. Elección intermedia.

La elección de la Cámara de Diputados en 2021 también fue bastante competida. De hecho, con 23 millones de votos, la Alianza Opositora y MC superaron por cerca de 2 millones de votos a Morena. También en este caso es clave comprender el papel de MC. Su peso absoluto de 3.4 millones de votos le da en la práctica la fuerza suficiente para inclinar la balanza de un lado o del otro. Encuestas y votos.

Frecuentemente se citan encuestas para “demostrar” la inevitabilidad del triunfo de Morena. Es cierto que ese partido tiene una ventaja en las preferencias electorales, pero también es cierto que algunas casas encuestadoras han fallado en sus pronósticos sistemáticamente. Hay varios ejemplos de ello.

El primero es la elección intermedia, en la que algunos proyectaban que Morena ganaría una mayoría de 2/3 en la Cámara de Diputados, lo que no sólo no ocurrió, sino que ese partido y sus aliados obtuvieron menos votos que sus competidores. El otro es la reciente elección en Edomex, en el que algunas encuestas proyectaban una victoria de Morena por diferencias de 2 dígitos (incluso 15 o 20 puntos).

En realidad, la diferencia fue de 8.3 por ciento. Las encuestas son excelentes herramientas de información para hacer inferencias, pero tienen grandes retos hacia delante y, sobre todo, debemos tener claro que no son el único instrumento para el análisis. De hecho, un elemento clave es el estudio de los votos emitidos en el pasado.

¿En verdad es inevitable el triunfo de Morena? Los datos parecen indicar que en realidad hay muchos escenarios posibles y que serán las y los ciudadanos quienes al final decidan, como debe ser en toda democracia.

POR ALEJANDRO ECHEGARAY

POLITÓLOGO

@AECHEGARAY1W

MAAZ

 

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