La campaña presidencial estadounidense de 2024 gira en torno de Donald Trump.
Más allá de que Trump llegue a estar en las boletas de votación, su nombre estará presente en las elecciones. "Los estadounidenses seguirán votando a favor o en contra de Trump. Continúa dando forma a la política estadounidense más de dos años después de dejar el cargo", afirma el politólogo Bill Schneider, autor del libro How America became Ungovernable (Como los Estados Unidos se tornaron Ingobernables).
Afirma que Trump es hoy el eje del Partido Republicano y terminó su evolución, de un partido conservador al final de la Segunda Guerra Mundial a un movimiento populista de derecha, definido por la lealtad hacia el expresidente.
Esa lealtad sólo puede explicarse porque Trump puso a la derecha, literalmente de cualquier índole, en posiciones de poder sin precedentes.
Ciertamente, Trump parecería un pobre candidato para encabezar a un grupo que se dice "cristiano" y se precia de seguir y defender valores morales y familiares tradicionales. Casado tres veces y protagonista de una vida llena de escándalos personales y una cuestionable ética de negocios, Trump es definido simplemente como "un mensajero imperfecto" que, en cambio, ayuda al avance de las ideas de sus seguidores.
Para la derecha en EU, el sueño era el control de la Suprema Corte de Justicia y su impacto posible en la vida de los estadounidenses, en especial la prohibición del aborto. Cuando en 2022 la Corte dio reversa en el fallo de Roe vs. Wade de 1973, y dió fin al marco que permitió la legalización del aborto, lo hizo gracias a que Trump nombró tres jueces que dieron una mayoría absoluta a los conservadores, que ahora tienen seis magistrados en una Corte de nueve.
Trump es además un ariete contra las élites, económica o cultural. Es un multimillonario que gusta de presumir su riqueza, pero al mismo tiempo da voz al resentimiento de sus seguidores, mayormente blancos de clase media baja o pobre, con niveles de educación medios o bajos, que se consideran marginados social y económicamente.
Es el grupo que se siente afectado por la globalización y la fuga de empleos industriales, que rechaza la llegada de nuevos inmigrantes y cuestiona las ideas de diversidad religiosa, étnica o sexual.
Y ciertamente son el grupo que cree a Trump cuando afirma que al atacarlo a él, al acusarlo a él, en realidad acusan a todos.
Eso explica en buena medida porqué las acusaciones judiciales contra Trump, que serían más que suficientes para acabar con la carrera de un político normal, parecen más bien realzar y fortalecer su candidatura, que hoy tiene el apoyo de más de la mitad de los republicanos.
Y son ellos los que prefieren creer que las elecciones de 2020 fueron fraudulentas a aceptar la posibilidad de que no sean la mayoría de los estadounidenses.
Y por eso Trump y sus ideas están en el centro de 2024.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1
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