Desde Afuera

Uno asusta, otro preocupa

Trump implicaría una cesación de pagos en la deuda pública. Los demócratas enfrentan la realidad de un Presidente que tendrá 82 años

Uno asusta, otro preocupa
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

WASHINGTON. Normalmente las elecciones en que un Presidente busca la reelección se convierten en un referendo sobre su gobierno.

Pero en 2024, Estados Unidos puede vivir una situación única: dos presidentes, uno en ejercicio y otro a cuatro años de haber terminado el suyo, muy a regañadientes, y ambos de un solo término, en disputa por el gobierno.

Tal como parecen perfilarse ahora, comenta Bill Schneider, un distinguido politólogo estadounidense, los comicios del próximo año serán un referendo, sea en torno al republicano Donald Trump o sobre el demócrata Joe Biden. El ganador determinará mucho más que el ocupante de la Casa Blanca los siguientes cuatro años. Una victoria de Trump implicaría un cambio por lo menos importante respecto a la forma de actuar de Estados Unidos, al menos tal como se conoce hoy.

De acuerdo con analistas, la visión de segundo mandato de Trump implicaría una cesación de pagos en la deuda pública por primera vez en su historia, una retracción en la política exterior –incluso el apoyo a Ucrania–, investigaciones sobre agencias del "estado profundo" que, según Trump, actuaron en su contra, de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y el indulto a amotinados del 6 de enero de 2021.

Para algunos, de acuerdo con The New York Times, "representaría un cambio radical de los valores estadounidenses centrales que han sido la base de la nación durante décadas: su solvencia, su credibilidad con los aliados internacionales y su cumplimiento del estado de derecho en el país".

El caso de Biden sería el mismo que hizo para llegar a la Casa Blanca en 2020; restaurar el prestigio y la fuerza de EU, mejorar la situación económica... en otras palabras, como él mismo ha señalado, "terminar el trabajo" y los proyectos que ofreció entonces, incluso una más justa carga impositiva.

Claro que en los dos casos tendrá importancia que partido logre las mayorías legislativas, así sea en el ritmo del impasse que representan las raquíticas superioridades que hoy constituyen las bancadas representativas en el Congreso de EU: tres escaños ponen a los demócratas arriba en el Senado; cinco curules dan ventaja a los republicanos en la Cámara baja.

El inicio de la temporada de selección de candidatos está a poco más de seis meses, y los republicanos se debaten entre la realidad de la popularidad de Trump entre sus votantes y el aparente rechazo a sus ideas por cada vez más importantes segmentos de votantes centristas o de minorías diversas.

Pero los demócratas, a su vez, también enfrentan la realidad de un Presidente que tendrá 82 años, que no tiene el completo control del partido, en especial sectores progresistas, que pese a no enfrentar oposición real ni tantos escándalos como Trump, tiene sus propios problemas, incluso situaciones de corrupción vinculadas a su hijo Hunter.

Trump asusta a muchos, Biden preocupa a otros. Y está por verse si ese es el menú electoral. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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