Desde Afuera

Una relación bajo la lupa

Cooperación en la guerra contra las drogas está en su punto más bajo, gracias a un gobierno en México que no parece interesado en tratar con los cárteles

Una relación bajo la lupa
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

La relación entre Estados Unidos y México es objeto de continuo escrutinio y especulación en los dos países, especialmente en temas de seguridad fronteriza.

El gobierno estadounidense afirma que la relación de seguridad con nuestro país es "muy cercana". De hecho, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, aseguró que incluso hay unidades de investigaciones transnacionales.

De acuerdo con Chuck Todd, el influyente conductor del programa semanal Meet the Press, en la cadena de televisión NBC, la relación entre Estados Unidos y México, en lo que se refiere a la guerra contra las drogas, "tal vez nunca ha sido peor".

En su análisis del domingo, Todd afirmó que "la cooperación en la guerra contra las drogas está en su punto más bajo en décadas, gracias a una administración en México que no parece interesada en tratar con los cárteles".

Mayorkas aseveró que esa es una "percepción errónea".

Pero Todd sólo reflejó lo que parece una impresión extendida en algunos sectores de EU, especialmente en Washington, donde políticos republicanos machacan continuamente sobre los problemas fronterizos, especialmente migración y fentanilo.

Es cierto que el blanco real es el gobierno del presidente Joe Biden, al que buscan presentar como débil no sólo ante la crisis migratoria creada por demandantes de asilo, sino por las más de 70 mil muertes anuales causadas por el uso de fentanilo, una droga que, según la administración estadounidense, es fabricada y exportada por los cárteles mexicanos a partir de insumos chinos.

Los republicanos han llegado a proponer que se designe a los cárteles como organizaciones terroristas, lo que consideran permitiría ofrecer asistencia militar al gobierno mexicano, pero provocaron más bien respuestas indignadas, encabezadas por el propio López Obrador, que atribuyó la atención a "politiquería" relacionada con la ya próxima elección presidencial estadounidense, en 2024. Pero eso es sólo parcialmente correcto.

En Estados Unidos, hay una preocupación real por la situación en México, un país con el que comparte tres mil kilómetros de frontera, tanto por los aparentes problemas de gobernabilidad y control de territorio, a partir de acciones del crimen organizado como por los que consideran retrocesos democráticos y tendencias autoritarias del actual régimen.

Eso no ha impedido que lleguen nuevas inversiones a México, de empresas deseosas de aprovechar las facilidades comerciales que ofrece la cercanía con EU y la importancia que ese país otorga a las redes de suministro en su creciente competencia con China. Esa apuesta económica beneficia al gobierno López Obrador.

Y tampoco ha impedido el que analistas políticos y militares en las dos naciones hayan subrayado el posible daño a una relación que obliga a los dos países. La retórica de López Obrador y el ruido de los republicanos pueden afectarla, sin embargo, difícilmente cancelarla. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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