Las acciones socialistas de la presidenta Honduras, Xiomara Castro, podrían acabar con la economía del país, pues con la última acción, la Ley de Justicia Tributaria, el desempleo tendría el nivel más alto en la historia, un movimiento de migración exponencial y el deterioro de sectores como la agroindustria al imposibilitar cumplir con la canasta básica, y de energías renovables, que ahora tienen su mejor momento en el país. Las relaciones que Honduras mantiene con China son otro riesgo, ya que el país asiático podría tener un control de la nación tal como lo hace en Venezuela, donde la relación tan cercana y el financiamiento de obras públicas le ha permitido controlar aquel territorio.
Otra de las polémicas a las que se enfrenta el Estado es la posible influencia del narcotráfico en las decisiones de gobierno, pues su esposo Manuel Zelaya, ex presidente y actual consejero principal de gobierno, se ha relacionado con carteles de droga. A esto, se suma la presencia familiar en la administración y el involucramiento de Rebecca Lizette, presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), quien supuestamente participó en lavado de dinero y cuya hija se vincula a un ex capo de la droga hondureño vinculado al Cartel de Medellín.
PAL
