COLUMNA INVITADA

¡Muy fácil!

Lo anterior te hará sentido, cuando encontramos a miles de consultorías y tutoriales, principalmente en internet, en donde se dan recomendaciones de nutrición, estética, salud, cocina, derecho, ingeniería, todo al mismo tiempo

OPINIÓN

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Sara Morgan / Columna Invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En este mundo donde hay una saturación informativa, existe un fenómeno interesante. Algunas personas que encabezan los discursos o charlas no son expertas de los temas que tocan, pero suelen hablar con seguridad de éstos. A esa realidad, se le conoce como el efecto Dunning – Krueger. Se trata de un sesgo cognitivo por medio del cual, gente con poca habilidad, tiende a sobreestimarse, por ello podríamos explicarnos, la decadencia a nivel mundial del pensamiento crítico. 

Este efecto comienza cuando tocamos algún tema; y lo exploramos ya sea de forma empírica o estudiada. En los alumnos de profesional, sucede en los primeros semestres, donde se visualizan, como abogados, psicólogos o en alguna otra profesión, pero conforme van hilando conocimiento se dan cuenta que los primeros años, sólo fueron una introducción, y que llegar a completar un conocimiento a plenitud, requiere años de estudio y práctica, por lo cual, cuando culminan las carreras, suelen ser mucho más cautos en sus aseveraciones y consejos. Un gran ejemplo es la película “La Sonrisa de Mona Lisa;” en ella, se puede apreciar la llegada de una maestra que, al impartir la clase teórica, se ve asaltada por la soberbia de sus alumnas, quienes aparentemente lo saben todo, sin embargo, al cambiarles la técnica y enseñarles a partir de la experiencia, la actitud de aquellas chicas es de evidente desconcierto, pues se dan cuenta de su falta de conocimiento.

Te has percatado de que hoy en las reuniones, todos estamos en un universo paralelo, donde somos chefs, arquitectos, nutriólogos, matemáticos, expertos en redes, sociólogos; con un sinfín de conocimientos que creemos tener para opinar y con absoluta autoridad para aconsejar.

Lo anterior podría ser una anécdota, si no fuera debido a que nuestro presente sufre este fenómeno de forma implacable, donde se afecta a millones de personas con métodos, “técnicas” y opiniones de quienes, caricaturizan la verdad, bajo un dictado de Teleprompter, inspirado en Google o en algún otro contenido disponible.

Lo anterior te hará sentido, cuando encontramos a miles de consultorías y tutoriales, principalmente en internet, en donde se dan recomendaciones de nutrición, estética, salud, cocina, derecho, ingeniería, todo al mismo tiempo. La mayoría, sin tener, expertos o expertas con formación para aquellas disciplinas que son tema de charla. Nadie dice que no puedes estar al tanto, de cómo cuidarte, en cuestiones cotidianas, sin embargo, que alguien te indique como realizar ciertos procesos en disciplinas debidamente estructuradas, donde debes poseer una cédula, para realizar, crear o dar una opinión, debería ser básico para contar con un respaldo responsable, por si algo saliera mal. 

Lo preocupante, es que la gente se apoya a través de podcast, tutoriales, y pseudo consultorías para obtener cualquier cantidad de servicios, o realizarlos por cuenta propia, tales como procedimientos estéticos, realización de tatuajes, consejos psicológicos, de ingeniería y demás, que sólo deberían atender especialistas; pero la razón por la cual tienen mucho éxito es que parece fácil, bajo un formato editado varias veces. ¿Recuerdas a Bob Ross? ¿Aquél que dibujaba paisajes naturales y que convertía un error en un accidente feliz? Pues, intenta dibujar como él. Justo ese es el punto, lo anterior sería irrelevante en temas como pintar, cocinar, peinarse, pero si se trata de plomería, arreglos de electrodomésticos, productos de riesgo, las cosas y las circunstancias cambian. Se entiende que, dada la presión económica, se trate de ahorrar lo más posible, pero ello conlleva riesgos que podrían ser riesgosos. Ya que esto no se queda en el tema del internet o recomendaciones en pláticas entre conocidos o amigos. Lo anterior trasciende al campo de la seguridad; por ello, llegan pacientes con infecciones por tratar el acné con productos “naturales;” o están los que leyeron el código penal, para tratar de sacar a un amigo del Torito, y que tal aquellos que han probado sacarse un diente o hacer primeros auxilios.

La moraleja es que debemos cuidar que la naturaleza del conocimiento, no se tergiverse, y por ello. debemos prestar atención y ser cautos de a quien escuchamos y hacemos caso.

¿Y tú también das consejos así?

POR SARA MORGAN

@MORGANSAREL
CONSULTORA LABORAL DIRECTORA DE EQUITY JOB LAB

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