MISIÓN ESPECIAL

Gira el mundo, México se mira al ombligo

En los 60, Hervé Vilard cantaba: “Gira el mundo, gira, en el espacio infinito”. Y no se para, aunque no le prestemos atención debida

OPINIÓN

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Martha Bárcena Coqui / Misión Especial / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Recordé la canción por los acontecimientos internacionales a los que prestamos escasa atención en México, aunque nos afecten. Un ejemplo: la visita de Lula a China. La precedió un anuncio de un plan de paz para Ucrania, sin viabilidad, pues no reconoce que hay un país invasor, Rusia, y uno invadido, Ucrania. 

En la visita Lula anunció inversiones chinas en Brasil por cerca de 10 mil millones de dólares. China es el primer socio comercial del país sudamericano desde hace varios años. 

Lula trató con Xi Jinping la revitalización del grupo BRICS (Brasil, India, China y Sudáfrica) al que probablemente se agregarán otros países. Alguna vez México consideró su incorporación al mismo. El entonces presidente Lula y su canciller, Celso Amorim (hoy asesor internacional) se opusieron. 

Más allá de inversiones y de los BRICS, Brasil busca se le considere el líder y representante de América Latina para conseguir su sueño de potencia: ser miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. México se ha opuesto a que existan nuevos miembros permanentes y al derecho de veto. Tampoco reconocía la pretensión brasileña de erigirse en el representante de América Latina. 

El canciller ruso Sergei Lavrov, realizó un viaje por América Latina en el que visitó Brasil, Cuba, Nicaragua y Venezuela. La selección de los países lo dice todo. La gran mayoría de los países latinoamericanos han rechazado la invasión rusa a Ucrania, violatoria del principio de no intervención, de su integridad territorial y de su soberanía. 

El presidente ucraniano Zelensky intervino remotamente ante un grupo reducido en la Cámara de Diputados de México. No pudo hacerlo ante el pleno, por maniobras de Morena y el PT. Vergonzoso. ¿Cuál sería la posición de esos partidos si México hubiera sido el país invadido por una gran potencia? ¿No hubieran querido que escucharan al jefe de Estado mexicano en otros parlamentos, defendiendo a México? Las incongruencias y falta de coherencia de la política exterior mexicana son cada día más notorias, en tanto el Presidente pelea con Estados Unidos y Ebrard se dedica a promoverse. 

Otro presidente izquierdista, Gustavo Petro, fue a Washington con una agenda de cuatro puntos: el combate al cambio climático y la preservación del Amazonas, su proyecto de “paz total” que incluye las negociaciones con el ELN y las FARC, el combate al tráfico ilícito de drogas y el caso de Venezuela. Petro se reunió con Biden y con congresistas enfocados en política exterior. Le fue bien. Parece que las negociaciones entre el gobierno de Maduro y la oposición venezolana se trasladarán de México a Colombia. 

Para terminar la semana se anunció que el avión presidencial se vendió por debajo de su avalúo a uno de los países más pobres del mundo: Tayikistán. La noticia hizo recordar a muchos mexicanos cómo ha cambiado la geografía desde la disolución de la Unión Soviética. 

 

POR MARTHA BÁRCENA COQUI
EMBAJADORA EMINENTE
MARTHA.BARCENA@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@MARTHA_BARCENA


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