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Con el INAI, con Notimex

Desde mi perspectiva, ambas instituciones son necesarias para la sociedad y, aunque el Presidente suponga lo contrario, ambas pueden ser muy útiles a su gobierno

Con el INAI, con Notimex
Eduardo R. Huchim / Omnia / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador expresó recientemente su malquerencia por la agencia de noticias del Estado mexicano, Notimex, cuya extinción está anunciada, y por el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), cuya extinción es deseada, pero -por fortuna- es difícil concretar.

El gobierno no quiere que subsistan esas dos instituciones porque -dice- no las necesita. Sin embargo, el punto es que las instituciones del Estado mexicano no sólo deben depender de las necesidades gubernamentales, sino también atender las necesidades e intereses de la sociedad nacional, en este caso el derecho a la información, que las mencionadas entidades contribuyen a satisfacer.

Desde mi perspectiva, ambas instituciones son necesarias para la sociedad y, aunque el Presidente suponga lo contrario, ambas pueden ser muy útiles a su gobierno.

En el caso del INAI, se trata de una institución que tutela dos derechos constitucionales: el derecho a la información y la protección de datos personales. Además, su existencia o inexistencia no está sujeta a un acto voluntarista de nadie, pues figura explícitamente en la Constitución.

Independientemente de que sean lamentables las posturas del Presidente y el secretario de Gobernación, lo cierto es que, tras de vetar el mandatario a los comisionados elegidos por el Senado, lo que debe seguir compete a los senadores. ¿Y qué sigue tras el veto presidencial?

Conforme al Artículo 6º de la Constitución, el Senado debe presentar al Presidente una nueva propuesta avalada por las tres quintas partes de los legisladores presentes. En caso de una nueva objeción presidencial, los senadores designarán a los comisionados. Es al Senado al que le toca actuar y así se explica la toma de la tribuna realizada el martes 18 de abril por legisladores del PAN.

Contrariamente a la opinión presidencial, el INAI puede ser útil al gobierno porque la transparencia -materia consustancial al INAI- ayuda a prevenir y combatir la corrupción, una de las más preciadas banderas de AMLO y la 4T. No obstante, convendría al Instituto adoptar políticas de austeridad para estar en sintonía con prácticas del Ejecutivo en materia de salarios y gastos operativos.

Notimex es un caso distinto al del INAI, si bien comparten el denominador común de servir al derecho a la información. En la agencia noticiosa se tensaron las relaciones entre la dirección, a cargo de la periodista Sanjuana Martínez, y el sindicato dirigido por Adriana Urrea, y los trabajadores estallaron una huelga.

Como suele ocurrir, cada una de las partes tiene y defiende su verdad, si bien parece innegable que las corruptelas señaladas por la dirección de Notimex son fundadas y probablemente también lo son parte de las quejas del sindicato.

Si hay posiciones irreconciliables, es obvio que debe intervenir el árbitro, y resulta extraño que las autoridades del Trabajo no hayan sido lo suficientemente eficaces para ejercer la conciliación y el arbitraje en los cerca de tres años que lleva el conflicto.  

Plus Online: la utilidad de Notimex

Si se piensa en Notimex como agencia propagandística del Ejecutivo, ciertamente su utilidad sería socialmente nula. Si se la identifica como agencia del Estado mexicano, cuyo objeto es coadyuvar al ejercicio del derecho a la información mediante la prestación de servicios profesionales en materia de noticias, es claro que su utilidad resulta evidente.

Y bueno, esas características son justamente las que prescribe el Estatuto Orgánico de Notimex, cuyos servicios son para el Estado, pero también para quien los requiera. Además de personalidad jurídica y patrimonio propio, la agencia también posee autonomía técnica, operativa, de decisión y gestión, así como de “auténtica independencia editorial”.

Es decir, las características oficiales de Notimex distan de las de una agencia propagandística, por más que ha habido épocas en que se le utilizó como tal. Adicionalmente, en un entorno informativo en el que menudean las fake news y la información sesgada, Notimex puede contribuir a difundir información no acrítica, pero sí plural y veraz. Adicionalmente, muchos medios pequeños y prácticamente todos los digitales emergentes hallaban en la agencia su principal fuente informativa y a costos no excesivos. Ciertamente, el poder de difusión de las conferencias matutinas presidenciales es grande, pero depositar en las mañaneras toda la posibilidad de difundir las versiones oficiales es, para decirlo coloquialmente, poner todos los huevos en una sola canasta.

En resumen, prescindir de una agencia noticiosa que colme la misión prevista en su Estatuto no parece una buena idea. ¿Es tarde para la reconsideración?

POR EDUARDO R. HUCHIM
@EDUARDORHUCHIM

OMNIACOLUMNA@GMAIL.COM

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