Definiciones

Garduño tiene que irse

El titular del INM es insostenible en el cargo. Su permanencia es un lastre para el gobierno de López Obrador, y para el secretario de Gobernación y su aspiración presidencial

Garduño tiene que irse
Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Francisco Garduño, titular del Instituto Nacional de Migración no está capacitado para desempeñar el cargo que ostenta. No tiene el perfil, ni la preparación, ni el conocimiento, ni la sensibilidad. Por si fuera poco, no le interesa tenerlas”. Eso publicamos en esta columna el 31 de enero de 2020. El trágico incendio que ha dejado 40 migrantes muertos en una instalación del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, Chihuahua, lo confirma.

Habría que agregar que el comisionado tampoco tiene pudor, porque resulta inexplicable que después del fallecimiento de decenas de personas en un sitio bajo su responsabilidad y control –es un decir-, siga en el cargo. Se sostiene, porque lo sostienen. El jefe de Garduño es el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, de quien depende jerárquicamente. Si Garduño no se va, el secretario debería removerlo. Necesita dejar el puesto para que haya una investigación profunda, sin obstáculos, que esclarezca qué sucedió; porque hay videos del interior de la estación migratoria donde se aprecia que el personal de resguardo deliberadamente abandonó el lugar mientras se propagaba el fuego, dejando encerradas a decenas de personas.

El comisionado tiene una larga lista de yerros. En desempeño está reprobado, en capacidad también. En sus manos está la política migratoria del gobierno, pero su tacto es de elefante. Lo que toca, cuando no lo enreda lo destruye.

Él ha intentado, como política de su gestión, dar portazo a organizaciones y cerrar a ojos externos los centros donde permanecen detenidos cientos de migrantes en nuestro país, en condiciones más que cuestionables. La tragedia en Ciudad Juárez confirma el por qué.

Desde que llegó, falló. Un par de días después de haber sido designado, en junio de 2019, arremetió contra elementos de la Policía Federal, operativos y administrativos, que evidenciaron las condiciones poco dignas en que trabajan.

"Este tipo de policías estaban acostumbrados a estar en el Holiday Inn y comer en bufet, entonces no, aquí es otra condición, es una Cuarta Transformación (…) eran fifís y quieren seguir como fifís", dijo.

Así reaccionó a fotografías y testimonios de decenas de policías que dormían a la intemperie e incluso sobre el piso, en pedazos de cartón o tablones.

La estampa lo retrata. Si así es su mano dura con quienes le ayudan en su tarea al frente del INM, imagine lo implacable que es con quienes están en la periferia a su chamba –a los que ve como obstáculos-, organizaciones, y peor aún, con los migrantes –a quienes probablemente considere enemigos-.

Por esas fechas, el propio Garduño, habló de ‘cazar’ para describir el objetivo de los operativos que el Instituto a su cargo.

El comisionado es insostenible en el cargo. Lo fue desde un inicio. Su permanencia es un lastre para el gobierno del presidente López Obrador, y ni se diga para el secretario de Gobernación y su aspiración presidencial.

Lo de Ciudad Juárez es una tragedia, un horror. Murieron 40 personas en una instalación migratoria; estaban bajo resguardo de autoridades federales. Escandaloso.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM
@MLOPEZSANMARTIN

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