Nayeli Roldán, una periodista que desde que se puso de pie en la mañanera para dirigirse al Presidente, se notó diferente. Sus preguntas directas, documentadas, querían ahondar en el espionaje que se realiza en el que fue el CISEN, a diversos activistas y periodistas por parte de los militares que hoy controlan esas instalaciones.
Sus preguntas ampliaban lo ya documentado por Aristegui noticias, Proceso y medios internacionales como The New York Times. De hecho, la periodista esperaba que el primer mandatario mandara a llamar al general Audomaro, director de lo que llamó “Agencia de inteligencia”. Cierto, suena mejor que espionaje.
Espiar, para más tarde reprimir, amenazar y hasta eliminar, es un asunto que siempre ha sido un obstáculo a vencer para poder hablar, escribir y en suma expresar la verdad de cada quien. De esto acaba de hablar la televisión francesa a través de su prestigiada emisión La grand librairire, emitida en Tv 5 Monde.
Los participantes hablaron del caso de Giordano Bruno, astrónomo que con sus conceptos defendió la idea de que el universo era tan grande e infinito, más allá de lo que se podía ver, oponiéndose a los principios coercitivos, ortodoxos sostenidos por la iglesia y su brazo de espionaje, tortura y ejecución de la Santa Inquisición.
Giordano Bruno fue declarado hereje, traidor a los conocimientos reinantes y sus libros fueron quemados en la plaza de San Pedro; se pidió que se le castigara “sin derramamiento de sangre” lo cual equivalía a ser quemado vivo.
Cuando escuchó la sentencia dijo: “ el miedo que ustedes sienten al imponerme esta sentencia, tal vez sea mayor al que yo siento al oirlos”.
Entre los participantes, a Tv 5 monde estuvo a distancia Salman Rousdhi, quien desde hacía 29 años había sido acusado de muerte por la parte más oscura del Islam por expresar sus ideas y quien fue recientemente herido severamente hasta perder un ojo. También participaron los escritores Roberto Saviano y Ricardo Malta quienes permanentemente tienen escolta por estar amenazados por sus libros. En el caso del primero, desde que publicó Gomorra, ha sido asediado y amenazado por la mafia.
En el caso del segundo, al escribir sobre la intolerancia y la democracia, ha tenido tantas amenazas que vive custodiado sin tener respiro. Su delito ha sido defender con éxito a la redacción de Charlie Hebdo ante los ataques asesinos durante los cuales murieron 17 miembros de la redacción de ese periódico semanal.
Otra escritora que participó en esa emisión fue Pauline Hillier quien fue encarcelada en Túnez tres años por sus libros, especialmente por su novela Rebelión y más tarde Anatomía de la opresión.
Todos ellos contaron que expresarse con libertad tiene un precio, que en el caso de los tres ha sido muy alto.
¿De todo esto sabía Nayeli Roldán y quiénes por principio sientan que deben expresar sus datos para crear conciencia de una mejor sociedad?
POR RAÚL CREMOUX
ESCRITOR Y PERIODISTA
@RAULCREMOUX
LSN