ARCO, la feria de arte más grande de España y líder en el mundo del arte de habla hispana, abrió en Madrid el pasado miércoles su 42ª edición con niveles similares de asistencia de coleccionistas y expositores previos a la pandemia. La feria registró ventas constantes gracias a precios más bajos y una afluencia también de coleccionistas latinoamericanos.
“Si bien la escala de la feria ha regresado a su nivel anterior a la pandemia a medida que las restricciones de Covid se han relajado en España, la cantidad de coleccionistas que asistieron a través del programa de compradores internacionales e invitados especiales también fue la más grande hasta la fecha”, señaló la directora de la feria Maribel López.
ARCO normalmente tiene un ritmo diferente al de otras ferias como Art Basel o Frieze, ya que se ve más como un lugar de encuentro y una plataforma para que coleccionistas y profesionales de la industria descubran nuevos nombres e ideas. Este año presentó 211 galerías de 36 países, donde el 34 por ciento eran galerías españolas, mientras que las galerías latinoamericanas, particularmente de Argentina, Brasil, México y Perú, representaron el 21 por ciento de la participación internacional.
De hecho, en los últimos años la capital española ha visto una afluencia de residentes de países económicamente inestables como Venezuela, Colombia, Argentina, Perú y Brasil y también un régimen fiscal favorable ha atraído a otros ciudadanos no españoles, lo que aparentemente ha tenido como resultado una fuerte subida de los precios inmobiliarios.
A pesar de su tamaño, ARCO no atrae a todas las galerías principales como Gagosian, Pace, White Cube que estuvieron ausentes, aunque Zwirner y Ropac sí participaron. Esto puede deberse en parte a que los precios en ARCO tienden a concentrarse por debajo del nivel de $100,000 USD y tiene un ritmo menos rápido que, por ejemplo, las ferias de Basilea. Sin embargo, al final del primer día, Ropac informaba de la venta de un Baselitz por 1,5 millones de libras esterlinas y dos esculturas de Antony Gormley por 450,000 y 400,000 libras esterlinas. De igual forma, por primera vez la galería mexicana Karen Huber participó con “Never the Same". Arte Latinoamericano”, agotando la mayor parte de las obras de su stand conformado por pinturas de la artista Ana Segovia.
Por otro lado, durante la feria se realizaron varias adquisiciones institucionales y corporativas, como la de Fundación ARCO que adquirió seis obras, o el Museo Reina Sofía que compró 26 obras de 18 artistas. Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid realizó la mayor inversión en la feria en los últimos años, comprando seis obras por un total de 226,000 euros que serán incorporadas al Museo de Arte Contemporáneo (MAC).
Finalmente, este año se cumple el 50 aniversario de la muerte de Picasso y una de las obras más curiosas de la feria fue una escultura que representa el cuerpo a tamaño natural del artista, presentada por la galería ADN. La obra, Aquí murió Picasso (2017), del español Eugenio Merino está producida en una edición de tres con un precio de 45,000 euros. La escultura nace de una crítica hacia el turismo de masas y el complejo industrial de ferias de arte, que proporciona “una atracción turística que ofrece una oportunidad única para inmortalizarse con una selfie, junto al cuerpo del artista” comenta Merino.
POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
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