Con un descaro y desparpajo como si mentir fuese sencillamente comer una botana, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo el viernes que el presidente Electo de Argentina, Javier Milei, quiere desaparecer la educación pública:
“…lo que está proponiendo ahora Milei: que desaparezca la educación pública; que estudie el que tenga para pagar colegiatura. Porque son partidarios de eso, de privatizar la educación, de privatizar la salud; [pero] no son privilegios, son derechos de nuestro pueblo”.
Pero qué mentira tan grande. El próximo Presidente de Argentina no ha dicho que desaparecerá la educación pública ni que se privatizará. Lo que ha propuesto es cambiar la forma en la que se financiará el sistema educativo público: en lugar de darle el dinero del presupuesto a la oferta, quiere darlo a la demanda, en forma de “vouchers” o “cheques”. En Chile ya funciona un modelo de esta naturaleza y nadie ha hecho un escándalo.
¿Qué significa dar el dinero del presupuesto gubernamental a la demanda? Sencillo: que el Estado otorgaría esos vouchers a las familias, para que cada quien decida libremente en qué colegio estudiarán sus hijos. Este sistema origina que las familias presten atención a la calidad educativa de ciertas escuelas; es decir, cualquier padre de familia preferirá utilizar ese voucher en la que considere la mejor escuela para su hijo o hija, en lugar de inscribirlo simplemente en el que “le toca”.
Esto no significa privatizar la educación. Lo único que significa es que el poder de decisión sobre cuántos alumnos se inscriben en determinada escuela quedará determinado por la demanda; es decir, entre más buena sea una escuela en calidad educativa, más alumnos atraerá, mientras que las escuelas mediocres perderían algunos alumnos.
En su conjunto, la educación no costaría más. Costaría lo mismo, sólo que la matriculación de los alumnos en las escuelas la decidirían libremente las familias, no los sindicatos de maestros que actualmente chupan los recursos públicos del Estado.
Lo que no le gusta a la izquierda (como AMLO) es que se le quite el recurso económico a los sindicatos y a los líderes del sector educativo. Ellos están acostumbrados a decidir cuánto dinero debe absorber cada escuela. Esta postura del Presidente contradice todos sus dichos en relación con los programas de adultos mayores, o la escuela es nuestra, en cuyos casos sí prefirió entregar el subsidio directo a los beneficiarios.
JW MARRIOT
El hotel JW Marriott de la Ciudad de México, que dirige Ramón Daigo, fue reabierto el jueves pasado luego de una gran remodelación y modernización, que fue influenciada por la Hacienda de los Morales. El renovado hotel incluye un nuevo restaurante llamado Sendero Polanco. La remodelación tuvo la colaboración del despacho arquitectónico Sordo Madaleno.
POR: CARLOS MOTA
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