"El destino de la humanidad pende de un hilo y las decisiones que tomemos en los próximos años y décadas determinarán si estamos a la altura de estas tecnologías o si, en cambio, somos víctimas de sus peligros". Estas palabras sobre las nuevas corrientes tecnológicas no fueron escritas por un ser humano. Fueron redactadas por un dispositivo de Inteligencia Artificial (IA) para el prólogo del libro La Ola que viene: Tecnología, poder y el mayor dilema del siglo XXI escrito por Mustafá Suleyman, con la colaboración de Michael Bhaskar.
Este libro que apenas salió a la venta en septiembre pasado, y que ya ha sido traducido a varios idiomas, y seleccionado por el Financial Times de Londres como uno de los mejores libros de negocios de 2023.
El autor es un empresario e investigador británico, hijo de un inmigrante sirio, y uno de los pioneros de la Inteligencia Artificial en Reino Unido. Suleyman es cofundador y exdirector de Deep Mind (Mente Profunda) una empresa de aplicaciones de IA adquirida por Google en 2014 por 400 millones de libras.
Actualmente dirige Inflection AI, compañía fundada en 2022, un chatbot que funciona como un asistente personal basado en Inteligencia Artificial y que está al alcance de cualquiera que contrate la aplicación.
Para Suleyman, son dos las tecnologías que definirán la ola que viene: la IA y la biología sintética. A su juicio, juntas marcarán un "nuevo amanecer para la humanidad" y crearán riqueza y herramientas inteligentes, como nunca antes hemos visto.
Así, la ola que viene plantea un enorme desafío que definirá nuestro siglo XXI, ya que, según su documentado estudio, nuestro futuro depende de estas tecnologías, pero al mismo tiempo se ve amenazado por ellas.
Suleyman nos recuerda que, hoy en día, toda nuestra estructura de desarrollo está basada en la idea de que el crecimiento económico a largo plazo, está sustentado en las nuevas tecnologías digitales.
Los cambios exponenciales que se avecinan son inevitables y, por tanto, urge contenerlos, encauzarlos y controlarlos. Para el autor, la solución al dilema y "la salvación de la civilización tal y como la conocemos" depende de una regulación eficaz de la IA, con adecuadas restricciones de seguridad y salvaguardias tanto a nivel nacional, como internacional y, que asegure al mismo tiempo el comportamiento responsable de los Estados, de las grandes corporaciones y de la academia.
El problema es que no existe –y no se ha inventado hasta ahora– un manual de seguridad capaz de controlar todas las aplicaciones de Inteligencia Artificial, particularmente con respecto a los modelos más avanzados.
Como bien dice el autor, la tecnología evoluciona semana a semana, mientras que redactar y aprobar leyes lleva años, más aún por parte de la comunidad internacional. En otras palabras, el dilema consiste en cómo contener lo incontenible. Sobre esto abundaremos en la próxima columna.
POR CARLOS DE ICAZA
EMBAJADOR EMÉRITO DE MÉXICO Y EXSUBSECETARIO DE RELACIONES EXTERIORES
EEZ