Desde Afuera

AMLO, Estados Unidos y Cuba

López Obrador buscará promover un diálogo, con la idea de acabar con el bloqueo económico

AMLO, Estados Unidos y Cuba
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Al margen de la justicia que pueda verse en la anunciada decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de interceder por Cuba ante el mandatario estadounidense Joe Biden, habría que preguntarse sobre su oportunidad.

López Obrador indicó que buscará promover el diálogo entre Estados Unidos y Cuba, con la idea de eventualmente terminar con el bloqueo económico que lleva ya 60 años y, según cree, es el principal motor de los problemas económicos y, por tanto, de la emigración de ese país.

Pero se va a meter directamente en un avispero de la política estadounidense, y mucho dependerá de los compromisos que el gobierno cubano esté dispuesto a adoptar.

Si por un lado es cierto que el tema migratorio se ha convertido en uno de los puntos calientes en la actual política electoral estadounidense, también lo es que la cuestión de Cuba es un asunto todavía profundamente ideológico y emocional.

Para un sector estadounidense, el régimen cubano es dictatorial y profundamente antidemocrático, tanto en sus orígenes como en su formulación actual y, sobre todo, después de la represión contra participantes en las manifestaciones del 11 de julio de 2021.

La llegada de nuevos exiliados latinoamericanos, especialmente de países hoy aliados de Cuba como Venezuela y Nicaragua, fortalece las advertencias sobre el avance del comunismo en la región.

Paralelamente, los cubanos en Estados Unidos han logrado elegir a tres senadores y una decena de diputados, mayormente del Partido Republicano aunque incluyen a un senador y dos diputados demócratas, que constituyen un bloque tan vocal como influyente en la política hacia América Latina.

La combinación es brutal y, de hecho, ha limitado las posibilidades de que las relaciones vayan mucho más allá de los intentos de normalización simbolizados por la reapertura de embajadas durante el gobierno de Barack Obama.

De hecho, una propuesta de ley para terminar con el embargo fue presentada en marzo en el Congreso estadounidense, pero igual que propuestas similares anteriores ni siquiera ha sido tomada en consideración.

El gobierno de Biden dio señales de que anunciaría en septiembre medidas para apoyar al sector privado cubano, incluso, la posibilidad de abrir cuentas bancarias en Estados Unidos. Sin embargo, el anuncio no se ha producido y enfrenta la hostilidad de legisladores de origen cubano, especialmente en la Cámara baja.

Entretanto, más de 400 mil cubanos han dejado la isla en los últimos dos años, mayormente en busca de asilo en Estados Unidos.

El llamado del presidente López Obrador ciertamente puede tener peso, dado que su colaboración migratoria con la administración de Biden le ha dado un nivel de influencia ante una Casa Blanca donde el fin del embargo tiene simpatía por considerar que ha mostrado no ser una solución.

Pero cualquier esfuerzo enfrentará la oposición de republicanos, que tienen la mayoría en la Cámara baja, en especial de los cubano- estadounidenses y sus aliados. 

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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