¿A qué le tiene miedo Morena que tanto busca “descarrilar” al INE antes de 2024? ¿Es tal su temor que no le importó legislar en contra de la Constitución? Imposible pensar que sea a la oposición, la cual se sigue viendo lenta y desarticulada. ¿Será a la sociedad civil y a los millones de abstencionistas que quizá, ahora sí, se movilicen? ¿Qué pretende Morena lograr con la imposición del Plan B en materia electoral?
Retomo a Ciro Murayama para contestarlo: “Durante años soñamos con tener elecciones limpias. Como sociedad lo logramos; tu voto cuenta y se respeta. Pero si avanza el destructivo Plan B para que el INE México no pueda hacer elecciones auténticas, la pesadilla del autoritarismo podría (volver a) ser realidad”.
Por lo que si no es miedo, el negar años y años de progreso en materia electoral tiene como objetivo establecer un régimen autoritario, tal como sucedió con el priismo que duró más de 70 años. Es una búsqueda frontal y abierta para afianzar al obradorismo en el poder.
Corta la memoria del mexicano al olvidar o desconocer lo que ocurrió durante décadas por la falta de un instituto electoral autónomo que se hiciera cargo de la organización, desarrollo y validación de las elecciones.
Es necesario repetir la historia para quienes no la conocen y reiterarla para quienes tienen fallas en la memoria y hoy quieren volver a ese estado autoritario, donde el gobierno era juez y parte. En 1988, por ejemplo, cuando Manuel Bartlett, secretario de Gobernación y al mismo tiempo encargado de la realización de las elecciones, dio muestra de parcialidad. Al cierre de las casillas y durante varias horas, los resultados daban como ganador a Cuauhtémoc Cárdenas (habría sido el primer candidato de izquierda en ganar la Presidencia). Sin embargo, Bartlett anunció que se había caído el sistema de conteo, y poco tiempo después Salinas de Gortari, el candidato del PRI, era declarado ganador.
Hoy, con el Plan B —una serie de reformas a la ley secundaria— Morena pretende colapsar al INE en los rubros que afectan de manera directa la elección nacional. Aducen austeridad, pero la realidad está alejada de ello. De implementarse el Plan B, las elecciones tal y como hoy las conocemos no volverán a llevarse a cabo.
El quitar estructuras, sobrecargar de trabajo, fusionar áreas, hará difícil y cuestionable la operación del instituto; 84% del personal del servicio profesional de carrera se perderá. A meses de iniciar el proceso electoral 2024, se esfuma la posibilidad de que el INE tenga un control adecuado y global de todo el proceso. Se abren, en cambio, oportunidades para hacer trampa e invalidar resultados.
El día de ayer (miércoles) se presentó ante el Consejo General del INE el proyecto de decreto que propone la reestructura orgánica del INE, tanto de órganos y áreas centrales, como de órganos desconcentrados. La bancada de Morena se ufana de ahorros y austeridad, pero lo cierto es que NO ha presentado ningún análisis previo.
Se corre el riesgo, entonces, de que el INE no tenga la capacidad de desarrollar las elecciones por sí solo y es posible que, a partir de ello, se proponga sin más que lo haga la Guardia Nacional, el Ejército, o alguna instancia del Ejecutivo federal… Tristemente nada en la 4T puede descartarse.
Al respecto, vale la pena decir con todas sus letras que solo un ser muy despreciable puede equiparar al INE con el narcotráfico o, lo que es lo mismo, despreciar los válidos pronunciamientos de ciudadanos en defensa del instituto electoral. Eso es lo que hizo AMLO al burlarse de la nueva convocatoria ciudadana para defender al INE marchando una vez más el 26 de febrero (“a lo mejor están pensando en defender a Genaro García Luna”, dijo).
Los partidos de oposición (PRI, PAN y PRD) presentaron individualmente acciones de inconstitucionalidad en contra del Plan B ante la Suprema Corte. El análisis y resolución de los ministros tendrán que realizarse antes de que inicie la campaña electoral.
La apuesta de Morena contra el INE está en marcha. Estará en manos de la SCJN resolver si frenarla o no. A los ciudadanos que estamos convencidos de atropello y tintes autoritarios, de denunciarlo.
POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO
MAAZ