CASCABEL AL GATO

La unidad en riesgo

La ruptura de la alianza entre Morena y PT en Coahuila es una señal de alarma para el oficialismo

OPINIÓN

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Adrián Velázquez Ramírez / Cascabel al Gato / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La ruptura de la alianza entre Morena y PT en Coahuila es una señal de alarma para el oficialismo. En efecto, la cuarta transformación tendrá no uno sino dos candidatos que reivindiquen la representación del proyecto obradorista. Por supuesto, tanto Guadiana (Morena) como Mejía (PT) afirman que el otro es un impostor y que la suya es la buena. Mientras tanto los que celebran están en la alianza opositora, en especial en el PRI, que en 2023 se juega mucho más que dos distritos.

Se debe analizar con detenimiento los hechos que derivaron en esta situación. Por ahora, gran parte de los cuestionamientos se dirigen al método de selección, la dichosa encuesta, y que determinó que Guadiana fuera el candidato de Morena. Pero hasta la fecha del anuncio por parte de Mario Delgado, era el propio Guadiana el que señalaba que Mejía iba a ser impuesto mediante la manipulación de las tres encuestas que encarga el partido para dirimir la candidatura.

El método de encuestas tiene algunas ventajas, pero también importantes limitaciones. Sin embargo, no parecería ser este el problema. No al menos el principal. Todas las encuestadoras serias daban a Guadiana como claro favorito. Echarle la culpa a la psicología de Mejía tampoco aporta mucho a la reflexión pues lo convertiría en un caso aislado y no en una alerta.

El problema tiene que ver más con cómo se ha ido construyendo la institucionalidad del joven partido. Esta estrategia se explica por la necesidad de darle una sustentabilidad política al proyecto del presidente, así como por la rápida expansión que en cuatro años llevó a Morena a construir equipos de gobierno en 21 estados. En Coahuila los tres candidatos que se disputaban la candidatura venían de otros partidos y tienen poco anclaje en la militancia local. El malestar de las bases y las dudas respecto a los abanderados del proyecto fue el combustible propicio para el incendio.

Y ahora, la suerte está echada. Mejía se siente arropado por los militantes que dudan de Guadiana a quien mira como un candidato débil y sin equipo. Considera que le puede vaciar el partido. La plataforma que el presidente le concedió en la mañanera lo envalentonó y se cree merecedor de ser quien lleve la bandera de la transformación en el estado norteño.

Un buen resultado, es decir, que Mejía haga una elección medianamente competitiva, será visto como un aval de la vía libre para buscar candidaturas. Mal presagio para 2024 en donde Ebrard y Monreal marcan un tono de hostilidad en la interna morenista. Tal pareciera que los objetivos han cambiado: para Morena perder la gubernatura se antoja menos grave que una buena elección de Mejía. Mientras tanto, el PRI encontró un momento para darse un respiro luego de consolidarse como el patiño del PAN. Continuará.

POR ADRIÁN VELÁZQUEZ RAMÍREZ

COLABORADOR

@AdrianVR7

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