APUNTES DE GUERRA

De Cumbres, Aeropuertos y Golpes

El Presidente mexicano recibe a sus socios comerciales en el que suele ser el año de la cúspide del poder presidencial en la tradición sexenal

De Cumbres, Aeropuertos y Golpes
Foto: Especial

Han arribado ya a México el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro canadiense Justin Trudeau, para iniciar una reunión cumbre que en la mayoría de los asuntos centrales tienen más que ver con la relación México-EU: migración y combate el narcotráfico sin duda, pero también algunos de los puntos más complejos en el ámbito comercial. Sin minimizar lo que a Canadá corresponde, esta será una reunión trilateral marcada por los diálogos y acuerdos o desacuerdos bilaterales.

 Los medios de comunicación mexicanos y estadounidenses así lo reflejan, centrándose allá en el tema migratorio no sólo por su alta visibilidad y carga emocional, sino por su enorme impacto político y sus implicaciones para el futuro inmediato y mediato de la presidencia de Joe Biden y su eventual búsqueda de la reelección.

Llega Biden a México en un momento particularmente propicio de su gestión, tras unas elecciones intermedias en que conservó cómodamente su mayoría en el Senado y ahora, arrancando el año, ver la implosión de los liderazgos republicanos en la Cámara de Representantes. Lo que parecía hace unos meses que sería una segunda mitad de  su presidencia caracterizada por la debilidad (lo que en Washington se conoce como el síndrome del Lame-Duck, o el pato cojo) ahora es la de un Presidente que, pese a su edad, parece tener a la fortuna de su lado, mientras que sus rivales buscan desesperadamente un rumbo que les permita llegar a la Casa Blanca, sin tener que vender sus almas al diablo del ultraderechismo.

Por su parte, el Presidente mexicano recibe a sus socios comerciales en el que suele ser el año de la cúspide del poder presidencial en la tradición sexenal mexicana: ese quinto año que un político priísta de la vieja escuela describió como el de la “pinche plenitud del poder”.

Para López Obrador, 2023 inició con el pie izquierdo cuando la Suprema Corte de Justicia bateó a su candidata favorita a presidirla, pero bien pronto se compuso con el exitoso, aunque tardío, operativo para detener a Ovidio Guzmán. Las buenas noticias continuaron con el anuncio estadounidense de una serie de medidas para aliviar la crisis humanitaria en la frontera y finalmente, quien lo dijera, en un regalito de sus opositores, que al mofarse de su pretensión de que Biden y Trudeau arribaran al AIFA, hicieron que su aterrizaje allí se convirtiera en victoria propagandística para López Obrador.

Justin Trudeau llega con la relativa comodidad de saber que no enfrenta mayores complejidades ni en la relación bilateral con EU ni con México, más allá de las ya conocidas diferencias en materia energética que difícilmente serán destrabadas por los mandatarios. 

Así las cosas de cara a esta Cumbre que, por lo pronto, ya generó su primer pronunciamiento, incluso antes de empezar: una enérgica defensa de la democracia brasileña ante la intentona dominical de los simpatizantes radicales de Bolsonaro.

POR GABRIEL GUERRA
COLABORADOR
GGUERRA@GCYA.NET
@GABRIELGUERRAC

 

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