Cada año en Mexicanos Primero premiamos a maestras y maestros ejemplares de todo el país. Este reconocimiento surge de la convicción de que como sociedad civil debemos identificar y reconocer a las y los docentes que realmente transforman la educación y que día a día garantizan el derecho a aprender de sus estudiantes.
En 2022 el Premio ABC, Aprendiendo en Comunidad se enmarca en el difícil proceso de regreso presencial a las aulas que inició en 2021, después de 2 años de cierre total o parcial de las escuelas por la pandemia, y le pusimos este nombre porque nos parece fundamental resaltar el tema de que el aprendizaje encuentra su máxima expresión cuando se realiza como comunidad.
Las maestras y maestros que ganaron el premio tienen como eje común que generaron dinámicas transformadoras de manera colaborativa incluyendo a las familias, recogiendo los intereses de sus estudiantes y trabajando en conjunto con sus colegas docentes, tanto en la escuela como en la zona escolar. Entregamos el premio a maestras y maestros ejemplares, pero sabemos que va mucho más allá, que detrás del premio hay muchas horas de trabajo de toda una comunidad escolar, que ningún docente puede solo, sino que la transformación escolar se da en el marco de la comunidad escolar que decide apostarle a la innovación y a poner el aprendizaje al centro del proceso educativo.
Con eso en mente, desde hace dos ediciones del premio tenemos también la categoría Ser Comunidad, en la que la postulación no es de manera individual sino que un equipo -que puede incluir familias y estudiantes- nos hablan de cómo trabajaron juntos para lograr los objetivos que se plantearon y si bien, seguimos contando con las categorías individuales -Ser maestro, Ser líder y Ser acompañante-, cada día estamos más convencidos de la importancia de valorar los procesos conjuntos que realmente impactan en la transformación profunda de la escuela.
En las y los ganadores de este año quedó claro que es la comunidad la que vela por la salud socioemocional, cada una de las prácticas mostró que es la escuela un espacio indispensable para cuidar las emociones a través del juego, el arte, la motivación para aprender más y mejor y crear un clima escolar propicio para el aprendizaje. Para aprender hay que estar bien y para estar bien hay que fortalecer la comunidad.
Por todo esto, hemos hecho una exigencia clara: las políticas públicas deben tener en cuenta los contextos escolares y contar con procesos participativos por parte de docentes, familias y estudiantes. El Premio ABC no es un concurso, es una oportunidad para reconocer a maestros y comunidades ejemplares y aprender de ellas y entender qué soluciones funcionan en la práctica para fortalecer la escuela, disminuir índices de abandono y rezago y reforzar aprendizajes fundamentales a partir del juego, el arte y las actividades que toman en cuenta los intereses de las niñas, niños y jóvenes.
Es eso lo que el sistema educativo necesita: partir de las comunidades escolares, sistematizar y generar políticas centradas en la realidad educativa -con evaluación y ajustes periódicos-; necesitamos un sistema educativo que nos permita aprender en comunidad.
POR LAURA RAMÍREZ
Directora de activación en Mexicanos Primero
@Laurami0316
MAAZ