Desde Afuera

De oportunidad, realidad y deseo

AMLO y sus políticas tienen un impacto que van más allá; en el futuro ninguno de los dos puede mudarse de continente o cambiar de vecino

De oportunidad, realidad y deseo
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

La visita de los secretarios de EU, Anthony Blinken, de Estado, y Gina Raimondo, de Comercio, puede ser vista optimista como un anuncio de nuevas posibilidades en las relaciones con México.

Ciertamente, puede verse a partir de los tradicionales acuerdos en estar en desacuerdo o de aislar problemas para evitar la contaminación de una relación que es de vital importancia.

Pero también de la posibilidad de oportunidades perdidas.

Blinken y Raimondo subrayaron la invitación a que México participe en el retorno a Norteamérica de inversiones y fábricas de EU que emigraron a China y de la creación de nuevas plantas de semiconductores, vehículos eléctricos que necesitarán de materias primas.

Esto depende de los acuerdos que puedan alcanzarse en las cuestiones de energía y medio ambiente, que pueden ser las piedras en el zapato, aunque ambos países parecen decididos a resolverlo en el marco de los mecanismos de resolución de disputas previstos en el T-MEC.

El diferendo sobre energía es considerado como el más complicado aunque, de acuerdo con López Obrador, estaría en vías de resolución. Según The Wall Street Journal, AMLO se ha reunido con 18 empresas de EU y logrado entendimientos con la mayoría.

Para que México logre tomar completa ventaja de la propuesta de Estados Unidos serían necesarias tres condiciones: certidumbre, seguridad y estabilidad, aunque podría agregarse lo que los estadounidenses llaman piso parejo para sus empresas en mercados internos.

De acuerdo con The New York Times, "las políticas nacionalistas de AMLO han preocupado a los inversionistas y los niveles de inversión externa aún están por retornar a los prepandémicos en momentos cuando las empresas extranjeras –particularmente las estadounidenses– buscan oportunidades cercanas como México para reubicar sus plantas".

El hecho es que hay pláticas y un punto de realismo importante para ambos gobiernos: necesitan colaborar, no sólo en cuanto a sus propios problemas bilaterales sino para enfrentar situaciones más allá de las complicaciones migratorias en Centroamérica a las exigencias y demandas de competencias económicas planteadas por otras regiones.

AMLO y sus políticas tienen un impacto que puede ir más allá del final de su gobierno, pero también es cierto que el sistema de EU no va a cambiar en lo esencial y que en el futuro ninguno de los dos puede mudarse de continente o cambiar de vecino.

México y EU están vinculados de formas que tal vez algunos desearían olvidar, pero están condenados a entenderse. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1

PAL

Temas