El argumento ecologista que sustentaba la aplicación del Horario de Verano en México se desvanece, a razón de la fatiga e irritabilidad de la población por adelantar los relojes una hora.
Sobra decir que sentí emoción cuando leí sobre la iniciativa de poder eliminar el fastidioso Horario de Verano, a quienes he tenido oportunidad de preguntar, coinciden en algo: nos pone de mal humor.
Durante 1996 entró en vigor la Ley que sostiene la aplicación del Horario de Verano, se argumentó que permitiría ahorrar energía eléctrica, con una lógica sencilla: si se recorría el reloj una hora antes, podría aprovecharse un poco más la luz natural del sol.
Sin embargo, en la práctica ha sido muy complicado medir y demostrar cómo se ha llegado a dicho beneficio; el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (Fide) asegura que cada año
se ahorran más de mil 300 millones de pesos con el cambio de horario, lo cual es mínimo en contraste con la dimensión del impacto social en materia de la salud de la población, según argumenta la iniciativa para eliminar el cambio de horario.
Un estudio de la Secretaría de Energía (Sener) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), indican que el ahorro de energía por el cambio del huso horario en el país es mínimo y representó el año pasado apenas 0.16 por ciento del consumo nacional, es decir, de 327 mil Gw/h que consumió la nación, sólo se ahorraron 537 Gw/h.
Incluso, señala dicho estudio, el ahorro en materia de dinero representó el año pasado mil 138 millones de pesos, lo que representa 0.2 por ciento de consumo nacional que se valúa en 517 mil 420 millones de pesos.
Por décadas y en pasillos de la Comisión Federal de Electricidad, los técnicos argumentaban que de acuerdo con los datos del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), el cerebro donde se detectan los patrones de consumo, durante la entrada en vigor del Horario de Verano en invierno, únicamente se desfasa el pico de demanda con el cambio de horario, sin embargo no se reduce el consumo.
En materia de salud, el impacto del Horario de Verano sobre la población provoca cansancio, somnolencia y hasta un incremento en las afectaciones al corazón, que se incrementan durante la primera semana en el que se lleva a cabo este esquema.
Con estos argumentos, el presidente Andrés Manuel López Obrador busca que se ponga
fin a 26 años de recorrer una hora el reloj en el verano.
POR ALMA HERNÁNDEZ ARANA
ANALISTA DEL SECTOR ENERGÉTICO
ALMAHERNANDEZARANA@ICLOUD.COM
PAL
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