En tan sólo 24 horas y replicando una estrategia dictada desde la Presidencia de la República, en la que se violan los procesos parlamentarios, se niega la posibilidad de debatir y se avasalla a la oposición imponiendo su mayoría (aprobando dictámenes sin modificación alguna); el pasado 27 de mayo en el Congreso de la Ciudad de México, se asestó un golpe más a la democracia construida durante décadas y, con el falso argumento de la austeridad, se debilitó al Instituto Electoral de la CDMX (IECDMX) al eliminar órganos fundamentales para su operación.
La bancada oficialista operó un albazo a la democracia en la capital, sin antes haber escuchado al Organismo Público Local Electoral (OPLE), a los expertos en la materia y en derechos humanos y, por supuesto, a la sociedad civil. Lo único que los impulsa es su afán servil de atender “en tiempo y forma”, los intereses de la Jefa de Gobierno; impulsora de este iniciativa.
Tomando como modelo lo que ocurre en la Cámara de Diputados, en donde la mayoría oficialista aplica "ni los veo, ni los oigo", desechó las más de mil reservas presentadas por la oposición, condenando a la Capital al retroceso democrático.
Con lo aprobado, se vulnera la autonomía del Instituto Electoral de la Ciudad de México, ya que se eliminaron 5 unidades técnicas de gran trascendencia para su funcionamiento, como lo son: las de Vinculación con Organismos Externos; Igualdad de Género y Derechos Humanos; Fiscalización; Centro de Formación y Desarrollo y Archivo, Logística y Apoyo a Órganos Desconcentrados.
Además de cerrar estas áreas tan importantes de funcionamiento, se perderá la experiencia del personal profesional en la materia; sobrecargando la estructura del Instituto y provocando un posible colapso en un tiempo no muy lejano.
Las modificaciones realizadas vulneran los derechos políticos electorales de los ciudadanos; ya que no habrían lineamientos que orienten como se deben de asegurar estos derechos en un Juicio para la Protección de los Derechos político-electorales del ciudadano, cometiéndose una agresión a los derechos construidos durante años.
Lo preocupante de esto, es que son preceptos constitucionales consagrados; lo que significa un retroceso en los derechos políticos electorales y en nuestra democracia, siendo esto totalmente inconstitucional.
Por otro lado, para nadie resulta desconocido que, desde su llegada al poder Morena a nivel federal, ha emprendido una lucha contra las instituciones electorales pretendiendo debilitarlas. Entre otros cambios, busca desaparecer los órganos electorales locales de las entidades federativas, debilitar al INE en varios de sus procedimientos y funcionamientos.
Bajo su ficticia austeridad republicana, lo que en realidad quieren es apoderarse de los arbitros electorales para perpetuarse en el poder; pero en el Congreso de la Unión no lo vamos a permitir y lo saben. Por eso, sin duda, bucarán impulsarlo en cada uno de los congresos locales, en donde la bancada oficialista tenga mayoría; ya que se sienten debilitados para los siguientes comicios federales y la única manera de ganar, fuera de las urnas, es modificando la estructura funcional de la Instituciones garantes de procesos democráticos.
Los de Morena prometieron mucho en campaña, pero los resultados positivos son nulos, por lo que se quieren perpetuar en el poder a la mala. La ciudadanía se ha ido dando cuenta de los graves errores que han cometido al gobernar, los resultados económicos son malos y nulo el crecimiento economico, la inflación por las nubes, falta de medicamentos, con desaparición de programas que apoyaban realmente a las personas.
Por eso, ellos creen que lo único que les permitirá mantenerse en el poder es cambiar a modo algunos ordenamientos, para beneficiarse como grupo, afectando los derechos fundamentales por los que han luchado y defendido incluso con su vida, miles de personas en México.
Por Dip. Jorge Romero Herrera
Coordinador del GP del PAN
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