ARTICULISTA

Enrique Metinides

El trabajo del fotoperiodista de nota roja se trasladó, con el tiempo, de las páginas de los diarios a los museos de diversos países

OPINIÓN

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Bernardo Noval / Articulista / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Enrique Metinides fue un legendario fotógrafo mexicano que cubrió la nota roja durante 50 años, de 1945 a 1995, y publicó su trabajo en el periódico La Prensa y otros más.

Hijo de inmigrantes griegos, nacido en la ciudad de México en 1934, comenzó de forma accidental su carrera profesional, y a los 12 años una foto suya fue publicada en aquel diario. Su familia llegó a México en la década de 1920, viven primero en Guadalajara y después se mudan a la Ciudad de México, donde su padre se encarga de una tienda en el centro a un costado del entonces hotel Regis, del cual después Metinides inmortalizara en una fotografía del sismo de 1985. A los diez años de edad, su padre le regala su primera cámara fotográfica con varios rollos de película.

En el cine Roxy, en la colonia San Cosme, Enrique acostumbraba a fotografiar choques de la pantalla cuando veía películas de gánsteres. El pequeño se impresionó y fue aprendiendo el efecto que un encuadre abierto o la expresividad del rostro humano tienen para contar una historia. En palabras del propio fotógrafo: "Recuerdo una escena de una película de Al Capone en la que él amenaza con volar un bar, por la noche vuelve y prende fuego al lugar. El director muestra la expresión de las caras de los curiosos iluminadas por las llamas. Recuerdo muy bien esa manera de reflejar un drama, realmente me impresionó. Siempre que me era posible incluía tanto a los espectadores como a los protagonistas. Me ayudó a relatar mis historias, ya que suponía fotografiar tanto el escenario como el accidente”.

Metinides vivió en épocas de esplendor de la Ciudad de México, años también de represión y de terremotos, tanto naturales como políticos. Su cámara registró durante más de cincuenta años, con su ojo cinematográfico, sus accidentes, tragedias y supervivencias. De igual forma, el fotógrafo se movió en un mundo que la mayoría de nosotros nunca podría imaginar: los puntos peligrosos de la ciudad durante la noche, las obras de construcción, los clubes y prisiones, los interiores de numerosas ambulancias, entre otros.

Al contemplar las fotografías de este autor, pensamos que hay bastante tristeza, tragedia y mala suerte como para agotar las energías y la curiosidad de cualquiera, suficiente para anhelar escapar del caos y la pena y no hacer ninguna fotografía más. Pero el fotógrafo siempre se mantuvo ahí, en el lugar donde le apasionaba recordar todos los detalles.

En 1995, después de años frenéticos de trabajo, se retiró y a partir de este momento sus imágenes se volvieron arte. El fotógrafo siguió activo revisando el positivado de sus fotografías, añadiendoles su firma y observando partir sus imágenes a museos y galerías de todo el mundo; pues las fotografías que el artista capturó pasaron del dominio de la nota roja a las salas de exhibición de distintos espacios expositivos.

A diferencia de las imágenes actuales de nota roja, carentes de narrativa y genéricas, las fotos capturadas por Metinides son un ejemplo de cómo el dolor y la tragedia siempre tienen una parte humana, la única que pudo mover algo en el interior del espectador. 

El poderoso legado del fotógrafo, fallecido el pasado martes 10 de mayo, es vasto y por ello resulta fundamental revisar la sensibilidad de su trabajo fotográfico, el cual se distinguió por capturar imágenes de calidad que informan de manera más profunda.

POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
@BERNIENOVAL
@MUSTWANTEDG

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