PASIÓN POR CORRER

Mujeres que corren y que también gritan

Hemos hablado de lo que significa ser mujer en México y ser mujer corredora, con todos los riesgos de seguridad y violencia que representa para quienes practican este deporte en las calles, también nos sumamos a la protesta

OPINIÓN

·
Rossana Ayala / Pasión por Correr / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Ser mujer hoy en día en un país como México no es nada fácil. La violencia de género y los feminicidios en aumento hacen que más de la mitad de la población de esta República vivamos no sólo con miedo, sino con una indignación constante y creciente. Más de 10 mujeres asesinadas cada día, 76 víctimas de feminicidio en enero de este año y más de 11 de esos casos en la Ciudad de México, reviven el miedo, pero también el coraje y harán que hoy martes, otra vez, como se repite cada año, miles de mujeres mexicanas, en las principales ciudades, salgan a gritar y a expresar su indignación en las marchas del 8M.

Este año, además de las movilizaciones con pañuelos morados y las expresiones e historias de dolor y muerte que inundarán nuevamente las calles y avenidas del país por el Día Internacional de la Mujer, también se está convocando a realizar mañana, 9 de marzo, una nueva edición del Paro Nacional “Un Día Sin Nosotras” en el que se invita a las mujeres a repetir lo que sucedió hace dos años cuando aquel 9 de marzo de 2020, justo cuando comenzaba la pandemia del COVID-19 en México, las mujeres se ausentaron por completo de las actividades laborales, económicas, académicas y hasta del hogar, para hacer sentir la fuerza femenina que produce y mueve la economía de este país.

El llamado que han realizado los grupos feministas es que todas las mujeres paralicen sus actividades ya sea en el hogar, en los centros de trabajo, en las escuelas y en cualquier otro lugar, para volver a concientizar sobre qué pasaría en este país sin la presencia y la fuerza laboral, profesional y económica de las mujeres. Ya hay varias instituciones académicas y empresas que han anunciado su apoyo a este Paro Nacional “Un día sin Mujeres” y que permitirán mañana la ausencia de sus trabajadoras, académicas y estudiantes.

Y es que en este espacio, donde hemos hablado de lo que significa ser mujer en México y ser mujer corredora, con todos los riesgos de seguridad y violencia que representa para quienes practican este deporte en las calles, también nos sumamos a la protesta. Porque lamentablemente en esta nación las mujeres no sólo corren por salud o por deporte, también tenemos que correr en muchos casos para ponernos a salvo de la violencia. Lo mismo una esposa o novia que es atacada, acosada y violentada por su pareja, que una niña que es perseguida o secuestrada en la calle, o una trabajadora o estudiante que de noche regresa a su hogar y que tiene que correr para no ser agredida o atacada en los espacios públicos.

Correr para muchas mujeres mexicanas puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. De hecho, estadísticamente las mujeres que no corren a tiempo para huir de la violencia doméstica, del acoso sexual o laboral y hasta del abuso sexual siendo niñas, terminan siendo las víctimas de feminicidio y parte de la estadística de dolor y rabia que todos los días enluta a este país y a miles de familias. Niñas atacadas y agredidas, jovencitas violadas por sus compañeros de escuela, esposas golpeadas y asesinadas por sus parejas, alumnas acosadas por maestros o trabajadoras violentadas y amenazadas por sus jefes, son las historias que tristemente pueblan a nuestro país y nuestra realidad.

Por todo ello, hoy y todos los días del año deberían ser ocasión para recordar que las mujeres aún tenemos mucho camino por andar y muchas luchas por ganar. Las nuevas generaciones deben entender el porqué de los reclamos por la igualdad y la no violencia en un país en el que el feminicidio es cosa de todos los días. Exijamos y trabajemos por incrementar los mecanismos de educación, prevención y protección, para que las mujeres no sean violentadas y que nunca más tengan que correr para huir de su agresor.

POR ROSSANA AYALA
AYALA.ROSS@GMAIL.COM
@AYALAROSS1

PAL