Estimado lector, ¿qué es más ridículo?, ¿organizar la rifa del avión presidencial o anunciar que se rentará para la celebración de festejos tipo fiestas de XV años?
Le recuerdo que el entonces candidato, Andrés Manuel López Obrador, prometió que de ganar la elección vendería el avión presidencial. Fue probablemente una de las promesas más populares de su campaña, se refirió al avión como un “insulto al pueblo”. Prometió venderlo y devolver las ganancias a la gente.
No lo pudo vender. Luego organizó una rifa. La Lotería Nacional llevó a cabo el Sorteo Especial No. 235. Venderían seis millones de boletos con un costo de 500 pesos cada uno.
Tal vez los funcionarios de su gobierno pensaron que el pueblo saldría corriendo a comprar su cachito. Tal vez pensaron que la gente consideraría un negociazo el costo del boleto por un avión. Tal vez el gobierno sólo quiso engañar al pueblo. ¿Fue un error o lo hicieron a propósito? Ya no puedo estar segura.
Las críticas, bromas y memes fueron divertidas, pero ha sido uno de los temas más ridículos que he leído sobre cualquier Presidente en México.
Luego ya no te ganarías el avión, sino el dinero en efectivo. Se dice que el propio gobierno compró sus boletos y las ganancias las entregó a hospitales. ¿Hay prueba de ello?, ¿fue una mentira más?, ¿pensarán que la gente es tonta?
Entonces se dice que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) —ni sombra de lo que alguna vez fue el Seguro Popular— compró un millón de cachitos para reinvertirlo en su propio sistema de hospitales. ¿Cierto o propaganda?
En todo caso, mejor se hubieran ahorrado ese dinero para comprar vacunas o pagar tratamientos y medicinas para el cáncer, diabetes o enfermedades cardiovasculares por las cuales más personas mueren en nuestro país.
Luego claro, para el 15 de septiembre, día del esperadísimo sorteo, nunca se supo cuántos cachitos se vendieron. Total que el avión ni se vendió, ni se rifó.
Pero, estimado lector, no se preocupe, el presidente Andrés Manuel López Obrador acaba de anunciar que el avión que representa los excesos del pasado, se podrá rentar para llevar a cabo festejos.
Por ejemplo, si usted tiene una hija quinceañera, el “gobierno de la austeridad” le dará la oportunidad de rentarlo por 250 mil pesos la hora.
Entonces, ya puede ir organizando la fiesta o la tamaliza, depende de lo que usted quiera. Eso sí, no queda claro si podrá llevar comida o músicos para amenizar la gozadera. Habrá que esperar los detalles.
Por cierto, a mí sí me parece un insulto disfrazar su indignación sobre viajar en un avión privado, pero vivir en un palacio de 40 mil metros cuadrados.
Viaja en vuelos comerciales pero vive en nuestro Palacio Nacional.
Insisto, pocos eventos tan ridículos en la historia de México.
POR JORGINA GAXIOLA
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@JORGINA_GAXIOLA
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